El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?

170 Loreto de la Fuente, Rocío Díaz «… lo que no quedaba en el otro liceo [Liceo de Hombres] lo mandaban a ese liceo [Liceo de Niñas], cuando ese liceo lo hicieron mixto como que se fue a pique, como lo que no quedaba en el técnico y en el industrial, el técnico es el liceo técnico de mujeres, y el indus- trial es el liceo técnico de hombres, los mandaban a ese colegio, entonces era donde menos notas te pedían al entrar, donde entraban los más desordenados, si te echaban» (exalumno). «… por lo menos esa explicación nos dieron a nosotros, que en el Liceo de Niñas fue un fracaso, porque los varones que entraron, como era un Liceo para Todos habían niños que también estaban recluidos, iban a clases, después volvían, tenían problemas, entonces ellos en vez de mejorar fue al revés, el liceo se vino abajo, y ahora recién está repuntando el Liceo de Niñas, el Liceo Coeducacional, en cambio acá llegaron buenas alumnas, con promedios muy altos, entonces como que eso elevó un poquitito el nivel» (profesor). El nuevo contingente femenino trajo un segundo efecto positivo en el Liceo A-59, esta vez sobre la convivencia escolar, al incidir en la mejora de la conducta y disciplina del alumnado. «No es que cuando era varón, varón, bueno mis hermanos estudiaron acá, acá era ruda la cosa, te fijas, entonces cuando llegaron las niñas los varones tuvieron que empezar a com- portarse un poco mejor, no andar a golpes, te fijas, el trato cambió harto» (profesor jefe). Movilización y participación estudiantil Hacia la segunda mitad de la década irrumpen las movilizaciones estudiantiles a nivel nacional, que tuvieron su correlato en este liceo, y, de hecho, continúan hasta hoy. Los estudiantes del liceo se han movilizado por demandas nacionales (gratuidad y des- municipalización, entre otras) y también por demandas locales propias, principalmente relacionadas con reparaciones e infraestructura. Así, tal como en otros establecimientos públicos del país, los paros y tomas se han sucedido cada año desde 2006, acentuándose desde 2011 en adelante. Es interesante observar que los entrevistados coinciden en que son los estudiantes de este liceo quienes están a cargo de la agenda de movilizaciones es- tudiantiles en la comuna y quienes incentivan a otros liceos a movilizarse por sus propias causas. Este liderazgo sería reconocido por los otros establecimientos, que –de acuerdo al relato de los estudiantes de este liceo– confiarían en su capacidad organizativa: «Es que en realidad, como sentirse como cabecilla, no es tan así, sino que la comunidad en sí, Los Ángeles, o por lo menos lo que es educación siempre espera el actuar de lo que va a ser el Liceo Bicentenario (…) ya el comercial se va a toma si el Liceo Bicentenario se va a toma, ‘qué pasó, ya, vinieron las del Liceo de Niñas’, ‘no sabís que en el petitorio interno a nosotros nos falta esto, esto otro, ayúdennos’, ya, se requiere como la participación, la motivación de este establecimiento al ser uno de los más grandes dentro de Los Ángeles en cuanto a cantidad de alumnos, a lo que se va a hacer aledaño en la sociedad, la comuna» (Centro de Alumnos).

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