El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?

Cristian Bellei, Mariana Contreras, Nicole Bustos, Loreto De La Fuente, Rocío Díaz, Juan Pablo Valenzuela, Xavier Vanni 152 Disciplinamiento La disciplina es una clave muy importante para estos liceos. Esto se traduce en estrictas normas de regulación de la conducta, presentación personal, modos de relacio- narse con otros, y sanciones asociadas, que se aplican consistentemente y se suman a los motivos académicos para determinar –en el extremo– cancelaciones de matrículas en los procesos de selectividad descritos. Por cierto, en otros casos motivan la salida voluntaria de estudiantes que no están dispuestos o tienen dificultades para adaptarse a tales regu- laciones. Los propósitos formativos de gestión de la convivencia son así opacados por una aproximación más bien de control. Creemos que esto se asocia con que estos liceos se autoperciben como espacios altamente protegidos frente a agresiones o amenazas de un entorno vulnerable que les parece sumamente peligroso. Así, parte de sus identidades colectivas y cultura escolar se construyen sobre esta base, generalmente compartida por padres y alumnos. Cabe recordar que, al ser establecimientos completos, los estudiantes entran mayo- ritariamente en pre-kinder y quienes pasan todos los filtros académicos y conductuales alcanzan y terminan la media en sus liceos; de esta manera, durante la trayectoria esco- lar, estos procesos de disciplinamiento van moldeando espacios de formación crecien- temente homogéneos y clausurados. Asimismo, más que en otros liceos, se observa en este grupo una exacerbada ausencia de expresión de culturas juveniles y de espacios de participación democráticos, lo que se manifiesta, entre otros aspectos, en la inexistencia de centros de estudiantes o la fuerte regulación de estos por la dirección. Quienes llegan a la media, interpretan la selectividad de sus liceos y su permanencia en ellos a través de barreras simbólicas que los distinguen de sus compañeros que han quedado en el camino, a quienes se les asocia con menor motivación o dedicación al es- tudio, flojera, expectativas más bajas o incluso cultura de marginalidad urbana («flaite»). Estas fronteras también las erigen en relación a otros liceos de sus entornos, a los que generalmente se les considera en una posición inferior, peligrosos, menos exigentes o con menor orientación académica. Cultura de escuela básica Por último, al ser establecimientos educacionales completos, muchas de las formas de funcionamiento y decisiones clave de estos liceos provienen del nivel de enseñanza básica. El liceo opera como una extensión de este ciclo, no como una unidad aparte. En efecto, el nivel básico de estos liceos también ha experimentado –antes que la media– procesos de mejora de su desempeño, lo que los lleva a extender a la secundaria prácticas que les han dado éxito previamente. Por ejemplo, el Liceo Canelo y el Bright College, replican en la enseñanza media sus mecanismos de ordenamiento académico que utilizan en básica; ambos tienen un cuerpo docente que trabaja directa e individualmente con UTP, que lleva un fuerte control de los procesos técnicos y pedagógicos, y en ellos no hay

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