El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
¿Qué explica el mejoramiento escolar observado en los liceos chilenos? 123 solo algunas asignaturas y grados, son los casos de dos liceos de zonas metropolitanas populares, donde los estudiantes que rinden SIMCE son separados en dos grupos –avan- zados y rezagados– en las asignaturas evaluadas y durante el año pueden ir cambiando de un grupo a otro según sus progresos. Una tercera forma documentada, también ideada para reforzar a los estudiantes que rinden pruebas externas pero acotada temporalmen- te, implementa el Liceo People Help People. Son tres semanas intensivas al año en que suspenden actividades regulares en los niveles que serán evaluados y, separados en tres grupos, los estudiantes refuerzan contenidos de las asignaturas contempladas en estas mediciones. En la literatura académica existe un gran debate sobre las consecuencias que el agru- pamiento interno puede tener sobre los estudiantes, sobre todo sobre los más desaventa- jados. Observamos en nuestro estudio que estos efectos varían según las características y forma de implementación de las mismas. Cuando las agrupaciones son flexibles, es decir los alumnos pueden pasar de un nivel o grupo a otro, diferentes para cada asignatura, lo que equivale a considerar que los talentos, habilidades e intereses de los estudiantes son variados, y contemplan apoyos suplementarios para los niveles de más bajo desempeño, las consecuencias negativas comúnmente asociadas al tracking interno, como aumento de brechas de aprendizaje, estigmatización y baja autoestima de los estudiantes de más bajo rendimiento, pueden ser aplacadas. En todos los casos descritos, es común que a los cursos o grupos de menor rendi- miento se les entregue mayores apoyos, asignándoles profesores que tienen mayor ma- nejo de aula, de estrategias didácticas y mejor llegada con los estudiantes. En general, los estudiantes de estos liceos reportan experiencias positivas del trabajo por grupos. En ambos extremos del desempeño valoran el hecho de aprender con compañeros que com- parten un nivel similar y a la vez, la posibilidad de cambiar de nivel según sus avances; además, los alumnos tienden a percibir que los docentes se preocupan por las necesida- des de cada uno y proveen apoyo diferenciado. En los liceos donde las agrupaciones son rígidas y permanentes, los estudiantes, por el contrario, no comparten una apreciación positiva de la forma en que se organizan sus cursos. En uno de los liceos estudiados, por ejemplo, los estudiantes de los cursos de más bajo desempeño percibían tener menores oportunidades de aprendizaje que sus compañeros de otros cursos, menores exigencias y profesores que no confiaban mayormente en sus capacidades. Además, en la década anterior se han extinguido prácticas más extremas de agrupa- ción de estudiantes como la mantención de alumnos de peor rendimiento en recintos anexos o las jornadas alternas por desempeño (como ocurría en uno de los liceos estudia- dos, donde previo a la JEC existía una jornada diurna para alumnos de alto rendimiento y otra de tarde que concentraba a los alumnos de mayor dificultad). Asimismo, a pro- pósito de la ley de inclusión, se observan esfuerzos por reducir el peso del rendimiento académico en la conformación de cursos, de manera que uno de los liceos de zona metropolitana popular desde 2016 agrupa a sus estudiantes desde primero medio según
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