El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
116 Cristian Bellei, Mariana Contreras, Nicole Bustos, Loreto De La Fuente, Rocío Díaz, Juan Pablo Valenzuela, Xavier Vanni Dentro del ámbito de formación integral, los liceos contemplan una variada oferta de talleres extracurriculares para los estudiantes, así como la participación frecuente en diferentes torneos, ferias científicas, olimpiadas, y competencias deportivas. Estos ta- lleres entregan oportunidades a los estudiantes para desarrollar otras habilidades y para enriquecer sus experiencias académicas, artísticas, culturales y deportivas, en espacios con mayor protagonismo de los jóvenes. Más aun, les permiten ampliar sus intereses y horizontes, así como fortalecer sus expectativas, motivación y autoestima. En cambio, otras «habilidades para el siglo 21» como aquellas de expresión personal, pensamiento crítico, trabajo en equipo, tienen en general un desarrollo limitado en el currículum obligatorio, tanto en los liceos HC como TP estudiados, salvo quizás en los casos de los liceos San Nicolás y Fenner. Por ejemplo, el Liceo Fenner desarrolla las capa- cidades de expresión oral, análisis y argumentación a través de la realización sistemática de exposiciones y de debates, habilidades sobre las cuales además participan de manera regular en torneos con otros liceos. En San Nicolás es común que los estudiantes, en distintas asignaturas, realicen y sean evaluados a través de trabajos de investigación sobre temas que ellos mismos proponen. No obstante, en el común de los liceos el desarrollo de estas habilidades, cuando existe, se circunscribe más bien a actividades extracurricu- lares como talleres de debate, actualidad nacional o investigación en ciencias naturales o sociales, que al ser parte del currículum optativo, finalmente solo benefician a algunos estudiantes. En este marco de mantención de la organización curricular tradicional de los li- ceos, identificamos en algunos de ellos tres innovaciones curriculares interesantes. La primera es el esfuerzo por integrar sistemáticamente el trabajo entre asignaturas. En algunos liceos TP hay integración entre las áreas general y especializada, a través de un uso más o menos instrumental de las asignaturas generales para facilitar aprendizajes de especialidad o la realización de actividades conjuntas puntuales. Por ejemplo, en el Liceo Minero, se abordan temáticas vinculadas a la minería en distintas asignaturas, a través del mes de la minería en Historia o del desarrollo de habilidades para la inserción laboral mediante la redacción de informes técnicos en Lenguaje. En el San Nicolás, fortalecen la enseñanza de idiomas en la especialidad de gastronomía a través del aprendizaje de recetas de cocina, reconocimiento de insumos y lectura de manuales de maquinarias. También en el área científico-humanista (aunque notablemente en liceos TP como Fen- ner, San Nicolás, People) observamos intentos de integración curricular, trabajando por unidades compartidas entre asignaturas o dividiendo las asignaturas por ejes temáticos transversales como el medio ambiente, pueblos originarios o períodos históricos y escue- las de pensamiento comunes a las artes, las ciencias y las humanidades. Estos esfuerzos de trabajo inter-asignaturas son enormemente desafiantes, dado que requieren, además de la planificación conjunta de los docentes, abordar los desafíos de implementar estas prácticas manteniendo la división del horario/plan de estudios y evaluar estos procesos de manera genuina, respetando las divisiones entre disciplinas.
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