El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?
¿Qué explica el mejoramiento escolar observado en los liceos chilenos? 115 modelo de formación dual, que solo encontramos en algunas de las especialidades del Li- ceo Minero América, implementada con bastante éxito e interés de los estudiantes, pero con un gran desafío logístico porque las plazas de formación dual, dados los riesgos que supone tener a menores de edad en faenas productivas, son difíciles de conseguir y a ve- ces insuficiente para la demanda de alumnos. Por otro lado, la formación en habilidades blandas, como la capacidad de comunicación y negociación, es abordada solo en algunos de los liceos estudiados de manera amplia y sistemática, en base a planes y programas con objetivos determinados; en el resto, parece más bien restringida a la adquisición de conductas laborales como normas de seguridad, responsabilidad, presentación personal y autorregulación. Visto con más perspectiva, quizás el mayor cambio de foco formativo que identifica- mos en varios de los liceos TP y polivalentes, es el abandono de la visión de la educación técnica como una canal terminal o enfocado solo en la retención estudiantes. Dado el aumento de las expectativas y las mayores posibilidades de acceso a la educación supe- rior, se ha generado una revalorización de la formación general, lo que en algunos casos se ha traducido en un incremento de las horas de asignaturas fundamentales. También algunos liceos como San Nicolás y Fenner han elaborado módulos articulados con ins- tituciones de educación superior de manera que les sean reconocidos a los estudiantes que cursen estudios postsecundarios. Así, los liceos intentan no restringir las opciones de continuidad de sus estudiantes a un solo tipo de trayectoria (ser un buen técnico de nivel medio que se inserta directamente en el mundo laboral), sino que se abren cada vez más a considerar opciones de continuidad de estudios. No obstante, curricularmente es un gran reto para los liceos técnicos fortalecer la formación general de sus alumnos. Estos liceos comienzan generalmente en primero medio y se enfrentan al desafío de nivelar a sus estudiantes, quienes tienden a ser los más pobres y de más bajo rendimiento en básica; pero adicional a ello, deben compatibilizar la nivelación con la enseñanza de los contenidos de 1° y 2° medio, pues desde 3° medio la formación general se restringe se- veramente frente a la formación TP, de forma que muchos de los contenidos que evalúa la PSU quedan fuera de su currículum. Es importante notar que la mayoría de los liceos declara que su oferta busca una formación integral de sus estudiantes tanto en la dimensión cognitiva, como social y personal, pero las estrategias para desarrollar estos propósitos son generalmente muy incipientes. En buena parte de los liceos (en respuesta a orientaciones del Mineduc) se han diseñado planes de formación ciudadana y de sexualidad y afectividad. En los liceos con un mayor desarrollo del propósito de formación integral se observa un trabajo en torno a la construcción del proyecto de vida de los jóvenes que les permita orientar sus decisiones vocacionales, establecer objetivos personales y buscar su camino de realización personal. En otros, sobresale el aumento de horas obligatorias de educación física, artes o idiomas, como formas de equiparar la importancia de las diferentes áreas formativas.
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