El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?

114 Cristian Bellei, Mariana Contreras, Nicole Bustos, Loreto De La Fuente, Rocío Díaz, Juan Pablo Valenzuela, Xavier Vanni intentan ofrecer una mayor pluralidad curricular para cubrir la diversidad de intereses y necesidades de sus estudiantes, de modo que en la práctica son liceos polivalentes, que ofrecen los canales de formación diferenciada HC y TP, e incluso en el liceo de San Ni- colás, una formación orientada al ingreso a las fuerzas armadas. Dentro del grupo de liceos HC encontramos proyectos curriculares complejos, como los liceos Valentín Letelier y Los Ángeles, que dan importancia al aprendizaje de contenidos y habilidades de diversa naturaleza y áreas, como idiomas, filosofía, ciencias, geografía, habilidades de investigación, resolución de problemas, entre otros, y otros liceos con proyectos más restringidos, centrados en aquellas disciplinas y habilidades cognitivas más básicas. Con todo, los perfiles comprensivos son más bien limitados pues, en general, en los liceos HC la complejidad curricular se ha visto tensionada y restrin- gida por las pruebas estandarizadas (SIMCE y PSU) que crecientemente han adquirido mayor importancia, dadas las consecuencias que ellas tienen en las políticas educativas, en el resultado final de egreso de los estudiantes y en el acceso a la educación superior. En efecto, instituciones que pueden haber tenido una visión más comprehensiva de lo que deben aprender sus alumnos, hoy día aparecen más enfocadas en las habilidades evaluadas por las pruebas externas. Esto es muy nítido en los liceos urbano-populares, situados en contextos educativos más competitivos y con una población estudiantil de menores recursos: el modo curricular que han encontrado para obtener altos resultados y mantenerse vigentes ha sido la preparación para los tests combinada con diferentes mecanismos selectivos y procesos de descreme. En el caso de los liceos emblemáticos de provincia, la política Bicentenarios y su exigencia por resultados, de igual modo ha tensionado a liceos tradicionalmente más comprensivos. Es decir, ante la presión por desempeño, los liceos se han vuelto más académicamente orientados y focalizados en las mediciones externas. Adicionalmente, pareciera existir un efecto específico de la compe- tencia de mercado en entornos de clase baja, en tanto los liceos ubicados en estos sectores son quienes ofrecen proyectos con la oferta académica más restringida. Los Liceos TP, como se explicó, se han abocado a la formación por competencias de acuerdo a planes curriculares ministeriales que comúnmente han sido ajustados por los propios liceos y sostenedores para una mejor contextualización a las necesidades del proyecto educativo, de sus estudiantes y de las demandas de las empresas. Dado que el área TP no cuenta con mecanismos formales de evaluación de cumplimiento de perfiles de egreso o adquisición de competencias, su principal instancia de retroalimentación sobre las habilidades y conocimientos que han desarrollado sus estudiantes proviene de los empresarios, en el marco de la realización de prácticas profesionales, lo que les orienta para realizar ajustes curriculares y pedagógicos, y evaluar permanentemente la pertinen- cia de las especialidades ofrecidas, de manera de asegurar la empleabilidad futura de sus egresados. Es decir, a diferencia de los liceos HC, los TP cuentan así con una evaluación genuina de lo aprendido por sus estudiantes en base a la cual realizar sus ajustes curri- culares. Esta vinculación formativa con la empresa es desarrollada intensivamente en el

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=