El liceo en tiempos turbulentos: ¿Cómo ha cambiado la educación media chilena?

¿Qué explica el mejoramiento escolar observado en los liceos chilenos? 107 yendo apoyo técnico. En concreto, diseña un proyecto educativo común a sus liceos, que permite su contextualización en cada establecimiento de acuerdo a sus realidades; así, define objetivos institucionales y metas de logro para cada ámbito de gestión, las que son acordadas con los equipos directivos. SNA Educa también provee a sus liceos una batería de apoyos, como planes y programas propios, pruebas externas de aprendizaje, capacitación, intercambio de buenas prácticas entre docentes y directivos, actividades extracurriculares y de encuentro entre estudiantes, entre otros. Eso sí, este sostenedor monitorea sistemáticamente los procesos y resultados de los establecimientos, y si un liceo no alcanza las metas, se implementa un plan con medidas remediales definidas a nivel central. En este caso, el desafío es mantener un balance entre la autonomía de los directores y el proyecto común de la red. 2. Cultura profesional docente: el valor de la colegialidad Los procesos de reestructuración institucional y mejoramiento escolar que los liceos han experimentado han demandado una enorme cantidad de energía y capacidades pro- fesionales docentes para iniciarse y sostenerse en el tiempo. Aunque con matices, esto ha supuesto al menos tres condiciones, cada una de ellas sostenida sobre la anterior: constituir un equipo docente relativamente estable y comprometido, desarrollar un alto sentido de la responsabilidad y eficacia al interior del equipo docente, y generar una cul- tura profesional basada en las capacidades autónomas del cuerpo docente. Los estudios previos sobre mejoramiento escolar han identificado estos aspectos, por lo que en buena medida estos hallazgos son una confirmación de dicho conocimiento. Sin embargo, el modo en que la tercera de estas condiciones se desarrolla en los liceos (a saber, ligada al trabajo por departamentos) amerita una descripción y análisis en profundidad, por lo que destinaremos más espacio para tratarla. La base para acumular y desarrollar el capital profesional docente es que los liceos atraigan y retengan un equipo docente competente. La gran mayoría de los casos estu- diados logra efectivamente cumplir esta condición y en promedio estos liceos tienen altas tasas de retención de sus profesores. Esta observación general necesita dos cualificacio- nes. Primero, aunque no ha sido la regla sino la excepción, en un par de liceos ha habido una importante renovación del cuerpo docente, generalmente asociada a cambios en la gestión institucional que derivaron en procesos de normalización o reestructuración que implicaron el despido de una importante fracción de profesores; por cierto, una vez superada esta etapa inicial, la retención de los profesores es la norma. Segundo, algunos liceos han enfrentado severos problemas para atraer y retener docentes, especialmente los ubicados en zonas rurales y aquellos que son técnico-profesionales. Dado que los docentes de enseñanza media son formados en asignaturas específicas y –en el caso de los liceos técnicos– son especialistas en su campo laboral, el reclutamiento de docentes es mucho más desafiante que en la enseñanza básica.

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