Voces de la salud rural: una reflexión antropológica acerca de los itinerarios terapéuticos de trabajadoras y trabajadores campesinos de Chimbarongo y Chépica
Así, quien padece una enfermedad gestionará su salud no sólo pensando en cómo se siente con ella como individue, sino considerando cómo su malestar podría afectar a las personas que le rodean —por ejemplo, no informar a la familia sobre una enfermedad para “ no ser una carga ” o no preocuparles— , en cómo le afecta en el ámbito laboral — como ocurre en el caso de ignorar la enfermedad en pos de seguir produciendo y no perder el trabajo— , o en su rol como jefe de familia —relacionado al trabajo y a la necesidad de proveer y, por lo tanto, de estar en un buen estado de salud— . Lo anterior nuevamente aparece ligado con la variable del género, donde las mujeres temporeras gestionan su salud considerando su rol de “ mujer - trabajadora - cuidadora ”. Por otro lado, se puede decir que bajo la supremacía del MMH, la salud se piensa como una fenómeno exclusivamente biológico, de manera que se trata a un cuerpo más que a una persona. Aquello, a la par de la relegación de otros conocimientos y saberes respecto a la salud, enfermedad, atención y cuidados a la esfera de lo “ alternativo ”, genera una jerarquización en la relación médique - paciente, en donde este últime es desplazade de su agencia por el criterio de le médique, criterio que se percibe como incuestionable en cuanto la figura de le medique se presenta como una autoridad. Esta relación, tal como se observa en las experiencias de las y los entrevistados, conlleva en algunos casos que dentro de la consulta médica se genere un espacio donde la entrega de un diagnóstico no implica la comprensión por parte de le paciente de lo que este significa, puesto que el diagnóstico no es explicado de forma sencilla (e incluso en algunos no se explica) y, debido a que la relación médique - paciente del MMH se basa en una asimetría, la consulta médica no se percibe como un espacio de conversación en que les pacientes se sienten cómodes para hacer preguntas respecto a sus diagnósticos y tratamientos. Aquello, da entender que la salud sólo se encuentra en contextos médicos (en instituciones y con profesionales específicos), sin embargo la realidad no es necesariamente así, ya que los procesos de salud, enfermedad, atención y cuidados se desarrollan y se determinan en la cotidianidad, encontrándose saberes y agentes que son invisibilizades desde la lógica médica del MMH. Comprender ello permite establecer la eficacia de los tratamientos como un fenómeno sociomédico, de modo que esta no depende exclusivamente del cumplimiento de este al pie de la letra, sino de un sinfín de factores sociales que determinan su éxito, tales como la gestión y sociabilidad de tratamientos por similitud de síntomas; conocimiento adquirido por 98 Voces de la Salud Rural: Una reflexión antropológica acerca de los itinerarios terapéuticos de les trabajadores campesines de Chimbarongo y Chépica
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