Voces de la salud rural: una reflexión antropológica acerca de los itinerarios terapéuticos de trabajadoras y trabajadores campesinos de Chimbarongo y Chépica

exámenes, especialistas y equipamiento especial. Además, se señala deficiencia comunicativa en interacciones personal médico - paciente, la que en ocasiones se describe como indolentes. De la misma forma, la entrega y explicación de diagnósticos son cuestiones que no quedan del todo claras, haciendo de estos algo con que les pacientes deben lidiar, siguiendo tratamientos que no siempre comprenden del todo. Para lograr obtener una atención eficiente —cuando los centros de Chépica no lograban brindarla— las personas señalaron que debían moverse grandes distancias, con la finalidad de asistir a centros en otras localidades. Estas acuden en algunas ocasiones al extrasistema, también localizado en otros lugares, para obtener una atención y un tratamiento rápido, que difícilmente podrían obtener en establecimientos del sistema público. Las apreciaciones generales sobre los centros de salud públicos en Chépica desprenden una suerte de resignación, lo que se apoya en buena parte de los relatos de las personas al momento de hablar sobre ellos. Pasando a las nociones de las personas trabajadoras temporeras sobre la salud y su propio cuerpo, es posible señalar que se relacionan con su cuerpo como si se tratase de una máquina, cuya función principal es cumplir laboralmente. La salud es entendida entonces como aquella capacidad de realizar todas las tareas del trabajo y la vida familiar. La enfermedad, entendida como contraparte de la salud, se describe como un obstáculo, ya que dificulta el cumplimiento de las labores anteriormente mencionadas. Este entendimiento de la salud y la enfermedad muestra indicios de una “ desconexión ” entre la persona y su cuerpo, ya que este parece ser invisible hasta que aparece alguna molestia o dolencia persistente. Además, las prácticas reflexivas sobre el estado del cuerpo propio y su deterioro por el trabajo y los quehaceres son escasas, ya que en la mayoría de los casos estas labores se siguen realizando a pesar de estos malestares. Así, la relevancia del cuerpo se encuentra atada estrechamente con su capacidad para realizar satisfactoriamente todo aquello que deba hacerse, sea en el trabajo o en el hogar. De esta manera, existe una tensión entre los elementos trabajo/enfermedad/cuerpo/ salud, ya que todos están implicados en el modo de vida de las personas temporeras. El cuerpo, en su condición de máquina, está íntimamente ligado a la productividad en el trabajo, pero a la vez se afecta la salud por las condiciones a las que se encuentran expuestos, lo cual puede desencadenar en enfermedades que afectan el bienestar personal y laboral. 90 Experiencias, Percepciones y Prácticas Sobre los Procesos de Salud, Enfermedad y Atención a Partir de Itinerarios Terapéuticos de Temporeros y Temporeras de la Comuna de Chépica

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