Voces de la salud rural: una reflexión antropológica acerca de los itinerarios terapéuticos de trabajadoras y trabajadores campesinos de Chimbarongo y Chépica
malestares sean de gravedad o interfieran con su trabajo. Así, factores como el género, las condiciones materiales de existencia y el papel que desempeñan en la familia, entre otros, se revelan como datos fundamentales a tener en cuenta en la experiencia de salud - enfermedad de las personas (Valencia, 2011). En consecuencia, es esencial tener en cuenta el componente de género como una categoría fundamental en los lineamientos de programas y políticas a implementar por el departamento de salud y los distintos entes municipales, teniendo siempre presentes los contextos que se viven en la comuna. Por otro lado, destaca la influencia significativa de la familia y la comunidad en la gestión de los procesos de salud, enfermedad, atención y cuidados, identificándose tres ejes principales en los Itinerarios sobre este aspecto: la búsqueda de consejos de familiares y cercanes respecto a centros médicos, el involucramiento familiar en el tratamiento de enfermedades y la socialización de medicamentos y tratamientos. Bajo ese escenario, y ratificando lo planteado por Menéndez (2016), la autoatención emerge como una forma de abordar los malestares y enfermedades, junto con la medicina tradicional y la influencia de las redes comunitarias, en este sentido a través de los modelos médicos de Menéndez (2016) es posible resaltar la coexistencia y complementariedad entre el enfoque biomédico y las prácticas de autogestión comunitaria, subrayando la importancia de ambos en la toma de decisiones de salud. Este entendimiento integral permite reconocer y valorar la interacción dinámica entre el conocimiento formal y popular en la promoción y cuidado de la salud. Considerando lo anterior, se propone fortalecer la organización comunitaria y optimizar de manera efectiva los espacios comunales en Chimbarongo. Este enfoque se percibe como integral para elevar la salud de la comunidad, sugiriendo así la implementación de una serie de planes que contemplen las siguientes características: 1. Fomentar la participación activa de la comunidad de manera transversal, a través de la creación de comités de salud comunitaria que involucren a residentes, líderes locales y profesionales de la salud, esto podría servir para fortalecer de manera comunitaria y con un sentido de pertenencia territorial la discusión y el abordaje de necesidades específicas de la comunidad en términos de salud y bienestar. 2. Desarrollar programas de rehabilitación comunitaria; utilizar los espacios comunes para establecer programas regulares de actividad física, como clases de 61 Voces de la Salud Rural: Una reflexión antropológica acerca de los itinerarios terapéuticos de trabajadoras y trabajadores campesinos de Chimbarongo y Chépica
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