Niños pintados: arte e historia

62 Co l aboradores ef i c i entes E l aporte de los niños a las tareas domésticas fue muy significativo en el pasado. Los cronistas de comienzos del siglo XIX señalaban que los hijos de campesinos e inquilinos dejaban de asistir a la escuela durante algunos meses para ayudar a sus padres en el corte y recolección de leña. Otras actividades asignadas a los niños en el sector rural eran tareas agrícolas y de pastoreo del ganado. En la ciudad realizaban venta callejera de frutas, dulces y comestibles. Otros oficios en la calle fueron la venta de periódicos, lustrado del calzado y transporte de bultos. También se reporta la incorporación de niños en el ámbito laboral de fábricas y faenas mineras. En los pobladores de la costa no existen reportes, pero es evi- dente que también cumplieron acciones de colaboración familiar. Los pintores nacionales han incluido este tema y han representado jóvenes y niños empleados en el traslado de bultos en la playa, la recolección de leña y el acarreo de agua en el campo como algunos ejemplos de trabajo infantil. En mi apreciación personal he considerado que los niños mostrados están colaborando con las labores familiares, pero en algunos casos podrían significar algún tipo de explotación laboral. » “Las playeras” . Celia Castro (1884). Óleo sobre tela 139 x 188 cm. Museo O´Higginiano y Bellas Artes de Talca. Esta obra de estilo pre-impresionista fue presentada en el Salón Oficial de 1884 y abrió el camino hacia la notorie- dad pública de su joven autora. La imagen nos muestra dos niñas descalzas sobre la arena, la de mayor estatura ocupa el primer plano mirando fijamente al espectador, carga un bulto sobre su cabeza mientras en su mano derecha porta un canasto. La otra niña, más pequeña también lleva un ata- do sobre su cabeza y mira hacia donde se dirigen caminan- do con sus vestimentas movidas por el viento. Los matices de colores en los vestidos dibujan los pliegues de la ropa, las sombras y las irregularidades de la playa. Las tonalida- des de azules y de grises dan un agradable equilibrio a la imagen. La destreza de la artista en lograr la expresión del estado de ánimo y la sensibilidad queda reflejada en los ros-