Niños pintados: arte e historia

56 pintó en Madrid, París y Berlín, de- mostrando su talento multifacético como decorador, diseñador, escenó- grafo e ilustrador. Regresó a Chile para primero formar parte del grupo Montparnasse dirigido por Camilo Mori. En 1928 fue nombrado profe- sor de la Escuela de Bellas Artes y el gobierno lo envió becado a Europa con otros profesores y alumnos inte- grantes de la llamada Generación del 28. Fue incorporado como Miembro Académico de Bellas Artes en 1959 y obtuvo un cargo en el Ministerio de Educación, donde impulsó varios proyectos para el desarrollo de las artes plásticas y para mejorar las con- diciones económicas de los artistas nacionales. Falleció en Santiago en 1963. Como un hecho curioso puedo men- cionar que entre los últimos cuadros creados por Vincent van Gogh, data- do en 1890 y de estilo postimpresio- nista, está la pintura “Niño con naran- ja”. Luego de salir del sanatorio para enfermos mentales de Saint Remy, Van Gogh había visitado en Paris a su sobrino, hijo de su hermano Theo, cuyo nombre era también Vincent. Llegó a Auvers sur Oise donde pasó los últimos años de su vida y tuvo una productividad extraordinaria: según el cronista pintó 80 cuadros en 70 días. Se comenta que el encuentro con su sobrino tocayo estimuló la ins- piración del autor conmovido por “la ternura de la inocencia infantil” que alivió en parte su estado de salud y es- timuló su periodo de “explosión crea- tiva”. En la obra mencionada, aparece Raoul Levert, de dos años, hijo del carpintero del pueblo que elaboraba los marcos para las pinturas del artista y que, tras la trágica muerte del pin- tor, construyó el ataúd para Vincent. El niño de cabellos rubios largos, ojos azules, con un vestido celeste, ya que era habitual vestir a los niños sin dife- rencia por sexo, las mejillas del mis- mo color de la naranja que sostiene entre sus dos manos sobre el regazo como si fuera un juguete, se repre- senta sentado entre un jardín de flo- res amarillas y tallos verdes. Esta pin- tura estuvo en poder, durante casi un siglo, de una colección particular en Suiza, fue subastada en 2008 en 20 millones de euros en una feria de an- tigüedades en una ciudad holandesa y los fondos obtenidos fueron destina- dos a instituciones benéficas en favor de la infancia “deprimida”. Este cuadro refleja fielmente el estilo postimpresionista practicado por el autor y sus compañeros jóvenes de la época.

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