Niños pintados: arte e historia

37 Los n i ños presentes en e l mura l h i s tór i co L a historia del mural en Chile ha sido calificada como escasa, corta e intermitente. En el concierto americano, México ha sido el principal centro de este arte visual y la influencia de connotados cultores como Diego Rivera, José Orozco, Alfaro Siqueiros y González Camarena, quienes han dejado monumentales obras en nuestro país, ha sido trascendental para el desarrollo de artistas nacionales en este género. La presencia en Chile de estos artistas y sus trabajos colaborativos han sido un estímulo para varios autores nacionales entre los que se destacan Gregorio de la Fuente, Julio Escámez, José Venturelli, Fernando Marcos, Fernando Daza y Pedro Olmos durante la etapa denominada fundacional a la que se suman los muralistas contemporáneos que han decorado edificios y estaciones del Metro. En la actual Droguería Alemana antes Farmacia Maluje de la ciudad de Concepción ubicada en la calle Tucapel 676, es posible admirar una obra monumental del destacado pintor y muralista chileno Julio Escámez titulada “Historia de la Medicina y Farmacología en Chile”. El mural de grandes dimensiones pues mide 200 metros cuadrados, está desplegado en la parte alta de las murallas de la farmacia y formado por tres secciones que representan diferentes etapas y momentos culturales y sociales en el conjunto histórico del desarrollo y evolución de ambas disciplinas abordadas y fue declarado Monumento Nacional en noviembre de 2015. » “Medicinamapuche” .Julio Escámez (1957). Mural “Historia de la Medicina y Farmacología en Chile”. Droguería Alemana. Concepción. La primera sección corresponde a la medicina y farmacopea mapuche donde puede apreciarse a la izquier- da a una machi recogiendo hojas de un boldo (Peumus boldus) en flor y de otras plantas usadas con fines me- dicinales. Hacia la derecha del árbol encontramos al primer niño de esta crónica quien va descalzo, vestido con una manta y lleva en su mano un palín, objeto de madera utilizado para jugar a la chueca. En el ángulo supe- rior derecho de la imagen aparecen otros niños jugando delante de una ruca, más abajo se ve una mujer que porta en su espalda una guagua en el típico “kupulhue” nombre dado a esa cuna araucana transportable, y a su lado camina una niña con un cántaro en la espalda. La escena se completa con la representación de un Ngui- llatún ceremonia comunitaria para rogar por el bienestar físico y espiri- tual. El ambiente refleja las creencias, ceremonias y rituales de la forma de vida, la relación entre hombre y na- turaleza y algunas prácticas curativas de este pueblo originario. El juego aparece como la principal actividad de los niños.

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