Niños pintados: arte e historia
33 Figura de un niño acostado, con ves- tido y gorro de color blanco con ador- nos florales, el rostro maquillado bien configurado, ojos abiertos pero hun- didos, otro ramo de flores entre sus manos y sobre el hombro izquierdo un conjunto de plumas blancas que forman un ala. Al lado izquierdo un ramo de flores multicolores asenta- dos en una botella de vidrio que sirve de florero, al lado derecho una palma- toria azul con una vela encendida. El fondo plano de color café. La lumi- nosidad y los colores puros mezclan pinceladas gruesas con finos detalles más propios de un paisaje logran en cambio un “escalofriante realismo”. Ezequiel Plaza Garay. Nació en Santiago, y pertenecía a una familia modesta. Precozmente incursionó en la ornamentación y decoración de in- muebles cuya edificación estaba a car- go de su tío y padrastro. A los 15 años ingresó a la Academia de Bellas Artes donde tuvo como profesores a Pedro Lira y al español Fernando Álvarez de Sotomayor, formando parte de la Ge- neración del 13, definida como “me- lancólica y malograda”. Sus integran- tes ahondaron en la representación de usos y costumbres nacionales, provenían de la clase media o baja, se reunían en cafés, bares y taber- nas llevando una vida de trasgresión. Formó parte de un grupo de artistas que decoraron cielos e interiores de diversos edificios y construcciones, entre ellas, la Iglesia Santa Filome- na de Santiago. Fue un pintor retra- tista, naturalista y costumbrista. Su temática principal fueron retratos de personajes históricos y paisajes. Ade- más, desarrolló labores docentes en la Academia de Bellas Artes en el curso de pintura, y fue consejero del Museo Nacional de Bellas Artes formando parte del jurado que adjudicaba becas para pensionados chilenos en Euro- pa. Murió a los 54 años a causa de cirrosis hepática. » “El angelito” . Ezequiel PlazaGaray. Óleo sobre tela 31 x 45 cm. PinacotecaUniversidad deConcepción. sionista de las escenas costumbristas populares previamente olvidadas por varios años en el arte nacional. Per- teneció a la llamada “Generación del 13” junto a Abelardo Bustamante, los hermanos Lobos, Ezequiel Plaza y Pedro Luna entre los más destacados, a quienes Pablo Neruda definió como “Heroica Capitanía de Pintores”, ca- racterizados por su origen humilde, su pobreza y sus aficiones bohemias. Obtuvo varios premios y distinciones como Segunda Medalla en el Salón Internacional de Buenos Aires en 1910 y Medalla de Oro en el Certa- men Edwards de Santiago en 1921. El gobierno le encargó los lienzos que adornan los muros de las escaleras de la Biblioteca Nacional y la decoración del pabellón chileno de la Exposición Internacional de Sevilla en 1931. Sus últimos años de vida los pasó en Viña del Mar donde falleció en 1944 ha- biendo sido profesor de la Academia de Bellas Artes de esa ciudad.
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