Enfoques y estrategias de desarrollo profesional docente: reflexiones y aprendizajes de 25 años

Libro 7: Historia de vida de directoras escolares (2022) 99 El año 2018 aparecieron nuevos desafíos en este mismo contexto yMaría Eliana fue nombrada directora subrogante de un Liceo de Valparaíso que se encontraba pasando por una situaci n crítica. El desafío era lograr ordenamiento normativo desde lo curricular a la dotaci n y mejorar las relaciones entre apoderados/as, directivos y docentes. Al finalizar el primer semestre María Eliana entreg la direcci n del establecimiento a la directora que asume por Alta Direcci n Pública, el liceo se encontraba normalizado, los conflictos con los/as apoderados/as se habían terminado, el Centro de Estudiantes era protagonista de sus procesos educativos, y los y las docentes se sentían tranquilos/as y confiados/as para continuar en mejoras continuas con la nueva directora. El segundo semestre de 2018 se le present otro desafío: asumir la direcci n subrogante en un establecimiento educacional dondeno seestaba cumpliendocorrectamente con los planes de estudio, los estudiantes eran vistos como peligrosos por la comunidad docente y asistente, y había baja sostenida en matrícula. El primer logro fue que todas las horas de clases planificadas se realizaran, sin excepci n; el segundo, mejorar las condiciones sanitarias para los estudiantes; y el tercero, reemplazar un modelo de sanciones y desconfianza hacia los j venes por un modelo de confianza, cariñoso y formativo. Una de las dificultades más fuertes que enfrent durante esteperíodo fuequeexistíaunequipodirectivoconformado por 10 personas, 3 de los cuales eran hombres machistas, antiguos en el establecimiento, que habían instalado una cultura desde el poder y la manipulaci n, y el maltrato y desprecio hacia las mujeres. Las mujeres que formaban parte del equipo se mantenían silenciosas y asintiendo ante las explicaciones o justificaciones que estos hombres daban para mantener las formas de hacer instaladas en la comunidad. Acercándose el fin de ese año escolar, María Eliana recibi el diagn stico de una grave enfermedad y debi abandonar repentinamente su funci n para someterse a un largo tratamiento médico. Se reintegr a sus labores a mediados del año 2019 asumiendo el rol de coordinadora pedag gica, con la tarea principal de ordenar el funcionamiento del Programa de Integraci n Escolar Comunal. En este período el trabajo tuvo un foco en lo administrativo y culmin con un informe con sugerencias para el funcionamiento del programa a nivel comunal que apuntara a la disminuci n del déficit financiero. Actualmente, María Eliana ha seguido superando el “techo decristal”ysedesempeñaenuncargodirectivoasumidopor concurso de Alta Direcci n Pública en un establecimiento educacional en la ciudad de Valdivia. El mayor desafío que enfrenta es promovermejoras en los niveles de aprendizaje de los y las estudiantes por medio de desarrollo profesional docente y desarrollo de capacidades en asistentes, junto con conformar una comunidad educativa que confíe en sí misma, se respete, se valore y trabaje unida en generar mejores oportunidades educativas en un contexto de alta vulnerabilidad escolar; una comunidad que trabaje por la justicia social y la equidad, por atenci n a la diversidad y el cuidado de todos los seres que cohabitan en el territorio. Conciliación del trabajo y la vida personal Mientras María Eliana estudiaba su primera y segunda carrera (pedagogía en francés y en Educaci n Básica), conoce al que sería su esposo, luego se casa y su primer hijo nace en el año 1986. Junto a su marido se traslada a Talcahuano y, en 1990, nace su segundo hijo. Su deseo siempre fue volver a Santiago. Su marido estuvo de acuerdo, pero puso como condici n que ella encontrara un trabajo cuyos ingresos permitieran mantener a la familia. María Eliana contact a una serie de colegios en Santiago y envi su currículum. De esa manera, en 1994, fue contratada en un colegio particular subvencionado que cumplía con las condiciones que su marido le puso. Esto le signific trabajar más de once horas diarias ya que esta escuela ofrecía a las familias de clase media de la comuna de Macul un lugar donde dejar estudiando todo el día a sus hijos. Las clases eran entre las 8:00 y las 19:00 hrs., sin talleres. Esto implic estar con sus hijos por las noches, revisar tareas, preparar colaciones y materiales, bañar a los niños y hacerlos dormir antes que llegara su marido, quien no tenía horarios establecidos ni rutinas o acuerdos de responsabilidades. En ese momento, él solo “ayudaba”, el hacerse cargo de la casa y los niños recaía en ella.

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