Enfoques y estrategias de desarrollo profesional docente: reflexiones y aprendizajes de 25 años

Libro 1. Evaluación para el Aprendizajes (2005) 9 Este libro fue desarrollado en el marco de la vinculaci n entre el Programa de Educaci nContinua para elMagisterio (ex PEC) y la Unidad de Currículo y Evaluaci n (UCE), vínculo que tuvo como prop sito apoyar la instalaci n del enfoque de Evaluaci n para el Aprendizaje (EPA) en el sistema escolar. La UCE, estaba impulsando, desde su área de Evaluaci n, transformar las prácticas evaluativas en el sistema escolar con un foco en lo formativo y en el aprendizaje de cada estudiante. Es así, como el PEC se transforma en el programa aliado de la UCE para desarrollar programas piloto de formaci n para profesores/as del sistema escolar sobre EPA en las distintas disciplinas el curriculum nacional, además de generar reflexiones sobre el aprendizaje de estos programas formativos y generar propuestas de innovaci n sobre las mismos. En este contexto, es que el PEC desarrolla este libro que recoge experiencias de programas de formaci n sobre EPA para profesores de distintas áreas formativas, así como directivos del sistema escolar. El capítulo que se escoge para dar cuenta de estas experiencias en EPA, es un capítulo de Mimi Bick, quien era la Jefa del área de Evaluaci n de la UCE en aquella época, y da cuenta de la naturaleza y aprendizajes de la EPA en espacios educativos. Capítulo: El uso de la evaluación para promover el aprendizaje en los alumnos: naturaleza y lecciones de una formación muy particular. Autora: Mimi Bick Muchos lectores se acordarán con nitidez de una profesora o profesor cuyas palabras y acciones fueron claves en su historia personal. Esta persona fue un “buen profesor” por m ltiples razones, entre las cuales probablemente destacaba su gran conocimiento y amor hacia su disciplina. Este profesor pudo captar y canalizar nuestra curiosidad e imaginaci n, sacando de su amplio repertorio de ejemplos, 2 Por ejemplo, ver José Joaquín Brunner (2005), donde se destacan como variables de escuela los siguientes elementos: liderazgo organizacional, profesional y pedag gico; visi n, metas, planificaci n; foco en el aprendizaje de competencias fundamentales; clima ordenado y productivo; evaluaci n desempeño escuela; uso de resultados para mejorar, comunicaci n con, e involucramiento de, los padres. Y como variables de profesor se destacan los siguientes elementos: bien elegidos en funci n de necesidades escuela; tiene conocimientos s lidos, motivaci n y confianza; planifica sus clases, enseñanza estructurada; centrada en logro de estándares; gesti n sala de clases; altas expectativas para todos los alumnos; aprovechamiento máximo del tiempo; uso adecuado de materiales y recursos didácticos; evaluaci n del progreso de alumnos y retroalimentaci n; desarrollo profesional seg n necesidades escuela. metáforas e ilustraciones, lo que nos faltaba para aclarar la duda que no lográbamos articular y que obstaculizaba nuestro entendimiento y desempeño. Podemos recordar que nuestra maestra o maestro también usaba adecuadamente los materiales y recursos didácticos, planificaba sus clases y aprovechaba al máximo el tiempo, exigiendo lo mismo de parte de nosotros sus alumnos -tal como señalan los estudios sobre lo que hace “bueno” a un profesor 2 . Recordar a este maestro de excelencia por las razones recién descritas, podría inducir al lector a pensar que este libro tratará de la didáctica, la pedagogía y la enseñanza. Aunque son temas relacionados, a veces en forma estrecha, este libro intenta poner el foco de atenci n en un tema diferente que resulta central en la vida cotidiana de los alumnos y sus profesores: la evaluaci n en aula. Desde este plano, el profesor rememorado quizás fue la persona que en un momento dado nos ayud a escribir más claramente, o a vencer nuestro miedo a cantar en p blico, porque sabía justamente qué decirnos y c mo dirigirnos para que corrigiéramos un error, resolviéramos una inc gnita, aclaráramos una ambigüedad y tuviéramos más confianza en nuestras propias capacidades. Le teníamos mucha admiraci n e, incluso, esperábamos sus críticas porque eran siempre constructivas y nos daba la confianza de que podríamos llegar a conocer más y desempeñarnos mejor en ese campo (para algunos de nosotros, la imagen o presencia de esa persona nos motivaba tanto que nos esforzábamos más, practicábamos mejor y, en algunos casos, ¡terminábamos eligiendo una carrera similar o idéntica a la de nuestro maestro!).

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=