Enfoques y estrategias de desarrollo profesional docente: reflexiones y aprendizajes de 25 años

Libro 6: Desarrollo Profesional Docente y Evaluación Formativa en las Comunidades Educativas de Renca (2021) 79 III. ¿Cómo vivieron las y los docentes de Renca la experiencia de acompañamiento? Cada escuela tiene sus dinámicas, sus tensiones propias, sus intereses pedag gicos, además, cada docente -como profesional de la educaci n- posee conocimientos más allá de los meramente disciplinares: conoce a sus estudiantes, su contexto de vida y su territorio. Relevar la experiencia para construir aprendizaje con sus estudiantes es esencial cuando pensamos modelos didáctico-evaluativos situados. En este mismo sentido, como tutoras y tutores al trabajar con y en las escuelas es inevitable implicarse en cada proceso. Acompañar involucra adoptar un enfoque pedag gico-ético del acompañamiento que se vincula con un enfoque de EPA que promueve constituir una comunidad de aprendizaje en el acompañamiento. Para esto es necesario estar ahí, compartir, conversar y enterarnos de c mo es la escuela, cuáles son sus fortalezas, sus necesidades y sus dinámicas: tenemos que conocer la escuela para poder saber c mo generar capacidades al interior de ella. III.1. El acompañamiento en la escuela como desarrollo profesional docente III.2. El acompañamiento en la escuela como posibilidad para la reflexión pedagógica Un acompañamiento en la escuela, dentro de la l gica del Desarrollo Profesional Situado, enfoque que presentaremos más adelante en este capítulo, tiene como principales protagonistas a las personas que habitan ese espacio, por lo que, desde la perspectiva de tutoras y tutores, ir a la escuela es esencial. De cierta forma, lo que aprendemos en cada tutoría se hace más real, más concreto, al trabajar en el mismo espacio en el que la EPA se implementará a futuro. Aunque sea temporalmente, habitamos en la comunidad de la escuela. Para las y los docentes nuestra visita entraña un momento de encuentro con esta comunidad, la oportunidad de establecer un diálogo de saberes entre instituciones, así como con las y los colegas que habitan permanentemente la escuela. El profesor de la Escuela Thomas Alva Edison, considera que (…) ante todo, siempre es importante perfeccionarse y estar permanentemente comunicados con el entorno docente. Creo que nuestra actividad no se puede encerrar ermitañamente y elaborar desde ahí nuestras prácticas, sino que considero que hay que estar constantemente comunicados, capacitados para revitalizar y actualizar nuestras prácticas en el aula. Eso es elemental. Como tutoras y tutores visitantes en este espacio buscamos constantemente abrir la reflexi n para repensar las prácticas evaluativas de aula. En ocasiones nuestras conversaciones pedag gicas adquieren un tono crítico en el que emerge el cuestionamiento y la autoconciencia de las prácticas evaluativas que tienen un efecto negativo en el aprendizaje. El profesor de historia de la Escuela Isabel Le Brun, comenta que en el acompañamiento (…) te cuestionas desde tu práctica pedag gica hasta lo que quieres alcanzar con las niñas. En ese sentido para mí fue como un despertar y profesionalmente fue bastante enriquecedor. Me permiti reflexionar sobre mis prácticas y analizar también el paradigma educativo en el que estamos como país. Así, la experiencia del acompañamiento, sobre todo al inicio, conlleva instancias de reflexi n y crítica que comienzan en un autoanálisis de las propias prácticas: repensar quiénes somos como docentes y qué discurso transmitimos a nuestros estudiantes al evaluar es parte de los cuestionamientos clave para abrirnos a nuevas formas de comprender la evaluaci n y, al mismo tiempo, llevar esto a la práctica con estudiantes. Cuando el espacio de la escuela nos abre sus puertas, nos entrega la confianza necesaria para escucharnos y entendernos. Habitar en la comunidad de la escuela requiere de c digos de comunicaci n basados en el respeto y el reconocimiento profesional, por lo que es importante que la relaci n entre tutores y docentes se construya permanentemente desde la horizontalidad. La docente del primer ciclo de la Escuela Isabel Le Brun, señala que la tutora venía como un par más, se hizo un acompañamiento en que todos podíamos decir algo y todos teníamos derecho a que se le aprobara o desaprobara. Era como estar trabajando con un par más. El acompañamiento se transforma en un espacio de trabajo entre profesionales que comparten saberes para construir colaborativamente criterios, escenarios de evaluaci n y niveles de logro.

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