Enfoques y estrategias de desarrollo profesional docente: reflexiones y aprendizajes de 25 años
68 El fortalecimiento de la profesión docente, entre otros aspectos, pasa por recuperar la atención que lo pedagógico debe tener en su cotidianidad. Volver al domicilio profesional es volver la mirada a lo pedagógico. En ese proceso de recuperación de lo esencial de la profesión se inscriben diversas miradas y propuestas referidas a este asunto. Desarrollo profesional docente suele llamarse al desempeno y aprendizaje que viven los/as docentes a lo largo de sus anos de servicio y es comprendido como un proceso que involucra al/la educador/a tanto en su individualidad como en relación al entorno institucional y social en el que se desenvuelve. Del mismo modo, el desarrollo profesional docente comprende al/la docente como un sujeto portador de conocimientos, saberes y experiencias previas desde las cuales es capaz de construir nuevos aprendizajes. Especial relevancia tiene el contexto en el que ocurre. El “aprendizaje situado”, en ese escenario, implica reconocer que las necesidades de perfeccionamiento de los/as docentes tienen su foco en lo que cada escuela necesita y en los recursos de sus comunidades. Un actor clave en este proceso de desarrollo profesional docente es la figura del/la formador/a de formadores/as, docente dedicado a la formación inicial y continua de profesores/as que, ademas, puede apoyar y acompanar procesos deplanificación e innovación, enespacios formales, no formales e informales. Quienes desempenan este rol forman adultos/as ocupados/as y también futuros/as formadores/as y/o docentes y tienen un vinculo con el mundo del trabajo. Se trata de especialistas que se caracterizan por su experiencia y dominio teórico y son capaces de atender tanto la planificación de la formación que imparten como a su desarrollo y evaluación. Su actividad se circunscribe a la formación continua y al mundo laboral. Estos/as especialistas, estos/as docentes experimentados/as en desarrollo profesional docente situado, no solo se inscriben en el concierto de las instituciones de educación superior. Con las reformas en marcha desde hace décadas, se ha ido visibilizando y consolidando también una figura que tal vez siempre existió en las escuelas. Es asi como la figura del/la formador/a de formadores/as al interior de las escuelas y liceos ha emergido gradualmente como efecto de determinadas politicas públicas que se proponen privilegiar que el eje “desarrollo profesional docente” se ubique preferentemente en el contexto educativo, dandole prioridad al aprendizaje profesional entre pares, basado en instancias colaborativas en donde la indagación y la reflexión sistematica sobre la propia practica se constituyen en el motor del incremento de nuevas capacidades profesionales. En especial, la formación de formadores/as en ciudadania debiera sostenerse en esta figura. El rol de formador/a es asumido por un/a par profesional que acompana a otras/os docentes en el camino que se propone transformar al centro escolar en un espacio comunitario en el que la ensenanza de la ciudadania ocurre también mediante el ejercicio cotidiano de la misma, a través de la participación real en la toma de decisiones y deja de ser un formal y palido simulacro. Conclusiones
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=