Enfoques y estrategias de desarrollo profesional docente: reflexiones y aprendizajes de 25 años

Libro 5: Educar para la Ciudadanía (2019) 65 analisis y reflexióncriticade las experienciasprotagonizadas por sus pares. Supone hacer preguntas especificas relacionadas con las rutinas y practicas predominantes, a la luz de las nuevas necesidades sociales y contextuales que demandan a los/ as docentes nuevas destrezas de ensenanza. Para favorecer el desarrollo de una practica reflexiva, el/la formador/a de formadores debe ademas tener en cuenta que el conocimiento que de ella se genera es el resultado de la capacidad de los/as docentes de reflexionar sobre su practica y sobre el contexto y la contingencia en el que ella ocurre. Decir esto no es suficiente. El/la formador/a de formadores/as en el contexto escolar ha de reconocer también que reflexionar no es tarea sencilla. Menos aún en una sociedad como la actual que estimula los sentidos a objeto de contar con consumidores/as que toman decisiones mas bien en un sentido contrario. La formación inicial no ha logrado del todo desarrollar estas capacidades en los/as docentes. La formación continua tampoco. Mucho se escucha hablar en las reuniones y cursos con docentes de la necesidad de reflexionar y de contar con espacios para la reflexión. Sin embargo, no siempre se reconoce la complejidad de emprender esta tarea. Para reflexionar debe existir en primer lugar la disposición y la voluntad de hacerlo, aunque la sola voluntad no es suficiente: “La reflexión no puede ser considerada una predisposición natural, no es algo que se crea espontaneamente” (Moral, 1997, p. 29). La reflexión es un habito que se adquiere, es una capacidad y una habilidad que se aprende. La practica, la acción por si sola, no es generadora de experiencia ni mucho menos es conocimiento. Ya Dewey lo anticipa en el capitulo “Experiencia y pensamiento” de su libro Democracia y educaci n (1998 [1916]). Como dice Freire (1970), la realidad no se transforma por si misma, ni la sola acción transforma el mundo. Esquema 1: La praxis como práctica transformativa Acción Pr axis Palabra Al sacrificar la a. Acci n: se está frente a un mero verbalismo b. Reflexi n: se está frente a un simple activismo Fuente: Paulo Freire, Pedagogía del oprimido. En el esquema anterior se representa la siguiente relación que Freire estableció hace poco mas de 50 anos. Al analizar el “dialogo”, dice el autor, surge naturalmente la palabra, la que es en si misma el dialogo y, al mismo tiempo, es algo mas que solo el medio para que este se produzca. Por tal razón, Freire busca analizar la palabra y encuentra que ella esta conformada por dos elementos: la acción y la reflexión. La unión entre ambos hace que la palabra sea verdadera, sea “praxis”, es decir se constituya en una palabra que transforma al mundo (a la practica docente, por ejemplo). Sin embargo, releva Freire, estos dos elementos, “en tal forma solidarios” entre si y “en una interacción tan radical” entre ellos, no permiten el sacrificio siquiera parcial de alguno, sin que ello signifique la degradaci n del otro. La palabra verdadera, la praxis, es la “unión inquebrantable entre acción y reflexi n”. Si la acción se separa de la reflexión, no se asiste sino a un mero activismo, a un hacer sin propósito o sentido. En cambio, si la reflexión esta desprovista de sus inquebrantables vinculos con la acción, se está́ frente a un verbalismo impotente, carente de fuerza que, por lo tanto, no es capaz de transformar el mundo.

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