Enfoques y estrategias de desarrollo profesional docente: reflexiones y aprendizajes de 25 años
210 Durante su vida en Gales, Beatrice Avalos mantuvo relaciones profesionales y de cooperaci n con instituciones de otros países. Una de ellas fue la del Centro Internacional de Investigaci n para el Desarrollo de Canada (IRDC), con quienes realiz investigaciones sobre la situaci n educativa de América Latina. De este vínculo de colaboraci n naci el libro Enseñando a los hijos de los pobres, un estudio etnografico que alcanz gran visibilidad y que hasta el día de hoy es posible revisar, debido a que antecedi varias otras investigaciones sobre efectividad escolar. Beatrice relata la historia de este trabajo: Cuando estuve trabajando en Toronto conocí a un norteamericano que era un investigador de líneas cualitativas. Este había hecho antes una revisi n de la investigaci n sobre formaci n docente en el tercer mundo y llegamos a la conclusi n de que todas las investigaciones que había eran cuantitativas y que eso tenía limitaciones. Entonces, me pareci interesante la posibilidad de hacer una etnografía y le propuse realizar un estudio etnográfico, pero grande. La idea era ver si podían financiarnos un estudio en varios países de América Latina, incluyendo a Chile, y se interesaron. En Chile yo inmediatamente fui al PIIE y hablé con Gabriela L pez. En Colombia contactamos a Araceli de Tezanos que es uruguaya pero estaba viviendo allá; en Bolivia incorporamos a una persona del Centro de Investigaci n Boliviana en Educaci n y, finalmente, a alguien del Ministerio de Educaci n de Venezuela. Había muchas investigaciones en la época que venían desde el Coleman Report, un informe que sali en EE.UU. a fines de los 60, que decía que los factores socioecon micos eran bastante determinantes en el aprendizaje y que los profesores poco podían hacer. Entonces nosotros queríamos probar lo contrario, por lo que hicimos una investigaci n con escuelas pobres para ver qué rasgos de los profesores podían contribuir o no al aprendizaje. A continuaci n, se presenta un extracto del libro que da cuenta de dicha investigaci n: Nos pareci que la fuerza de estas conclusiones descansa en el hecho de que en cada contexto había al menos un maestro diferente que no podía ser situado confortablemente dentro de ninguna de las categorías descriptivas que parecían amoldarse a los otros maestros. La señora Rosa fue el ejemplo que seleccionamos para este libro, pero hubo otros. Aparentemente, el estilo de enseñanza de la señora Rosa era similar al encontrado en otras aulas, aun cuando las condiciones físicas en las que ella enseñaba eran menos adecuadas y más pobres que en otros países. Ella utilizaba el método de recitaci n y trabajaba con materiales similares a aquellos utilizados por la mayoría de los maestros; sin embargo, seg n se vio en el Capítulo 6, había diferencias en sus clases: en el transcurso de sus clases, se invitaba realmente a los niños a aportar a la clase sus preguntas, comentarios y experiencias, y se aceptaba su aporte. La señora Rosa hacía su esfuerzo para que los contenidos de la lecci n tuvieran un significado, explorando el antecedente de comprensi n de los niños y su experiencia personal. Como muchos de los otros maestros, ella se mostraba amable y cariñosa, pero también era firme y proveía direcci n a las interacciones docentes. La señora Rosa no creía, como nos dijo y observamos, que los niños podían ser divididos entre alumnos “salvables” y “no salvables’’. (…) Estaba convencida de que el fracaso se podía evitar si se respetaba a los niños y sus necesidades de aprendizaje y se consideraban sus rasgos de personalidad. Su respeto por los alumnos se extendía también a sus padres, tanto en su funci n de padres coma en calidad de seres humanos. (1986, p. 160) 45 45 Ávalos. B. (1986). Ensenando a los hijos de los pobres. Un estudio etnografico. Ottawa: International Development Research Centre.
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