Enfoques y estrategias de desarrollo profesional docente: reflexiones y aprendizajes de 25 años
Libro 2: ¿Qué se evalúan cuando se evalúa? (2012) 21 Toda dimensi n de aprendizaje encierra tras de sí una manera de mirar la enseñanza de la lengua y, por ende, un juicio sobre lo que debe ser el aprendizaje de ésta, lo cual se traduce operativamente en los criterios de evaluaci n. Estos son juicios de valor que todo profesor tiene sobre c mo debe ser el trabajo de sus estudiantes, sin embargo, son escasamente explicitados a la gran mayoría de los estudiantes, porque las más de las veces son inconscientes, pues ya están absolutamente internalizados en su quehacer diario. Los criterios de evaluaci n, seg n la definici n de Nunziati, son las normas, a menudo implícitas, a las cuales los profesores y profesoras se refieren para decir que un estudiante ha comprendido la lecci n, ha sabido organizar un trabajo o realizar una tarea, entre otros. Constan de dos partes: la realizaci n y el grado de calidad o éxito. La primera refiere a los aspectos u operaciones que se espera que los alumnos realicen para cumplir con una determinada tarea; por su parte el grado de calidad o éxito corresponde al grado de aceptabilidad con que se espera que el estudiante realice los aspectos u operaciones definidas anteriormente y las conductas específicas que las componen 12 . 12 Nunziati, 1990. 13 Extracto del informe final de los profesores del Liceo Politécnico de Ñuñoa. Asimilar el concepto de criterio de evaluaci n no es simple. Por ello en la Formaci n se privilegiaba “el hacer”, a modo de una práctica del ensayo y error. Los profesores construían criterios en conjunto con los colegas de su propio establecimiento, luego los discutían con su tutor, quien hacía observaciones, para finalmente presentarlos entre sus pares, los profesores de Lenguaje y Comunicaci n que participaban de la Formaci n. En esta instancia se producía una discusi n muy rica, pues el intercambio de ideas ya no s lo trataba de evaluaci n, sino que también de currículum. En buenas cuentas, construir un criterio implicaba –en esta Formaci n- discutir nuestra manera de mirar la enseñanza de la lengua, establecer dimensiones, socializarlas con sus colegas y llegar a un consenso. Este acuerdo implicaba la definici n de la elaboraci n de, a lo menos, tres o cuatro criterios y el descriptor de cada uno de ellos o, mejor dicho, la descripci n del desempeño que esperamos en los estudiantes y sus diferentes niveles de logro. “Lo más difícil fue diferenciar los descriptores en los diferentes niveles de logro, ya que muchas veces quedaban muy similares y no se notaba la diferencia entre uno y otro 13 ”.
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