Enfoques y estrategias de desarrollo profesional docente: reflexiones y aprendizajes de 25 años
174 Caracterización de las y los asistentes de la educación Desde sus inicios, las escuelas y los liceos han incorporado dentro de su personal a trabajadoras/es no docentes que, cumpliendo diversas funciones, apoyan a las y los profesoras/es en su labor docente. Así, en las orientaciones y normativas que regulaban su labor antes de asumir legalmente la denominación de “asistentes de la educación”, se acunaron para designar su función las etiquetas de “no-docentes”, “co-docentes” o “para- docentes” (Mineduc, 2015a). Por lo general, esta “asistencia” se relaciona principalmente con labores demantención y administración de las escuelas y los liceos, servicios de aseo y alimentación, recepción y portería, economato, entre otras. Dichas tareas se fueron expandiendo a otras areas de la experiencia educativa, en la medida en que el servicio educativo y los procesos pedagógicos se fueron complejizando, haciendo evidente la necesidad de hacerse cargo de nuevas tareas que surgen de la propia expansión del sistema escolar (Toro, 2015). Algunos de los factores que dan cuenta de esta complejización son la atención de estudiantado mas numeroso, mantención de gran- des liceos, surgimiento de nuevas modalidades, manejo y desarrollo de nuevas especialidades, talleres,bibliotecasy laboratorios,eltiempo De igual forma, desde el ano 2010, el Centro Saberes Docentes ha desarrollado una línea de apoyo a la gesti n educativa municipal desde un enfoque de desarrollo local. Esta línea pro- gramática implement procesos de planificaci n estratégica y desarrollo educativo desde lo local con la participaci n de diferentes actores educativos de los territorios, incluyendo a las y los asistentes de la educaci n, lo quemotivó la apertura de nuevos espacios de participaci n en los cuales poder plasmar organizadamente sus visiones, sueños, anhelos y demandas. En esta trayectoria, Saberes Docentes ha logrado desarrollar variados dispositivos formativos para asistentes de la educaci n, y ha acumulado saberes y experiencias posibles de sistematizar en los ámbitos de la convivencia escolar, la gesti n educativa y el liderazgo. de permanencia en los establecimientos, nuevos desafíos a nivel social, socioemocional, y de abandono y deserción escolar. Asimismo, se debe destacar la incorporación, en los anos 90, de las Bibliotecas o Centros de Recursos de Aprendizaje (CRA) los Talleres de Aprendizaje Pedagógico (TAP) o los laboratorios de computación e informática educativa. Cada uno de estos elementos ha influido en la necesidad de incorporar nuevos/as “encargados/as” de cada uno de estos programas escolares (Mineduc, 2012). Ademas, se insertan paulatinamente en el sistema educativo nuevos/as profesionales de caracter no docente tales como psicólogos/as, trabajadores/as sociales o terapeutas ocupacionales. En cifras (Mineduc, 2015b, 2016, 2017), mas de un tercio del personal que trabaja en el sistema educativo forma parte del sector denominado “asistentes de la educación”, alcanzando, en 2017, según datos del Sistema Información General de Estudiantes (SIGE), a casi 170.000 per- sonas a lo largo de todo Chile. Estas cifras varían dependiendo del ano. Según datos del SIGE fueron 142.036 el ano 2015 (Mineduc, 2015b); 144.500 el ano 2016; y 167.968 el ano 2017. Este personal esta compuesto en un 73% por mujeres (118.447), concentrado principalmente en es- tablecimientos urbanos, con mayor prevalencia en las regiones Metropolitana y del Biobío. El sector particular subvencionado concentra el 50% de las y los trabajadoras/ es de este sector (Mineduc, 2018). En cuanto a las funciones que desempenan, la mayor parte se concentra en actividades de apoyo o paradocente (52%), ya sean estas de caracter administrativo o pedagógico, funciones que legalmente exigen licencia de ensenanza media en algunos casos y título técnico profe- sional en la mayoría de los casos. Solo 43.949 cumplen funciones de caracter profesional (27%). Entre 2007 y 2017 el número de personas de este estamento se duplicó (Mineduc, 2018). Dicho crecimiento se condice con los esfuerzos modernizadores de la gestión escolar a través de la incorporaci n de funciones especializadas de apoyo, a fin de integrar unamayor cantidad de dimensiones al concepto de calidad educativa. A la luz del permanente aumento de necesidades de apoyo a la labor docente, podría pensarse que esta cantidad va a seguir creciendo, incorporando nuevos/as profesionales con otras especialidades. A la vez, se hace mas evidente la urgencia de tecnificar y profesionalizar este sector (Manghi y Valdés, 2020).
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