Enfoques y estrategias de desarrollo profesional docente: reflexiones y aprendizajes de 25 años
14 de estos materiales, y con la ayuda del monitor, cada establecimiento decidiera cuál de estas dos alternativas tomar. Finalizada la labor involucrada en estos primeros dos M dulos, se suponía que los profesores participantes lograrían una claridad sobre las dimensiones de aprendizaje que evaluarían en los trabajos de sus alumnos en los meses venideros y que, a partir de ellas, entablarían una conversaci n con sus alumnos acerca de los criterios de evaluaci n que serían utilizados para este mismo fin. En otras palabras, a mitad de camino, se suponía que los profesores estarían en condici n de abrir una conversaci n sobre evaluaci n con sus propios alumnos 9 . El tercer m dulo tiene como finalidad proveer materiales para que los participantes aclaren y afinen sus nociones acerca de lo que constituye una “buena” evaluaci n. Para lograr este objetivo, el m dulo está compuesto de evaluaciones reales con comentarios cuya intenci n es hacer relucir sus aciertos y límites. Con frecuencia, a estos comentarios fueron agregadas sugerencias concretas sobre c mo podrían ser mejoradas las evaluaciones en cuesti n. Los ejemplos, con sus respectivos comentarios críticos, pretenden modelar un proceso de reflexi n que los equipos de profesores participantes replicarían con sus propios materiales de evaluaci n. Este enfoque supone como menester que los participantes tengan las distinciones necesarias para ser críticos frente a evaluaciones ajenas, para realizar la tarea central asociada al M dulo 3: formular preguntas y, en términos más generales, construir evaluaciones para sus propios alumnos, capaces de mejorar los niveles del aprendizaje logrados por ellos. El cuarto M dulo puede ser visto como la cara inversa del anterior: está compuesto de respuestas escritas, producidas por alumnos de Lengua Castellana y Comunicaci n y Matemáticas. La evaluaci n por criterios de estas respuestas fue recopilada del trabajo realizado durante el año 2003 en la Capacitaci n y, posteriormente fueron elaborados comentarios críticos al respecto. Estos comentarios expertos tienen como finalidad especificar cuán acertada es cada evaluaci n en términos de la aplicaci n de los criterios y los niveles de logro. Se esperaba que con el apoyo y ayuda de sus tutores, los participantes utilizaran estos materiales a fin de agudizar su capacidad para observar los trabajos de sus propios alumnos. Se esperaba que la experiencia de lectura y discusi n analitica de estos materiales formara una buena base para que los participantes trajeran a las sesiones sus propias evaluaciones aplicadas en aula para que, en conjunto con sus colegas, continuaran el análisis de los logros de aprendizajes evidenciados en ellas, utilizando como “filtro” los criterios de evaluaci n pre-establecidos. El quinto y ltimo M dulo provee materiales para discutir tres temas interconectados entre sí y con todos los anteriores: el análisis de los resultados obtenidos por los alumnos, c mo deben influir en las estrategias de enseñanza del docente y, quizás lo más importante, las distintas formas de retroalimentaci n que pueden influir en forma efectiva a promover el alcance de mayores y mejores logros de aprendizaje por parte de los alumnos 10 . En resumen, la Formaci n en Evaluaci n Para el Aprendizaje tenía en su centro un corpus de conocimiento sobre evaluaci n, acompañado por ejemplos que ilustraban las prácticas que intentaban cambiar y fortalecer, un equipo docente con recursos y apoyo técnico suficientes para la tarea encomendada, establecimientos de Educaci nMedia en principio dispuestos a permitir que cinco profesionales destinaran el tiempo necesario a esta Formaci n, y un medio electr nico virtual para almacenar informaci n y promover una conversaci n sobre evaluaci n para el aprendizaje a cualquier hora del día de la semana o del fin de semana.
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