Enfoques y estrategias de desarrollo profesional docente: reflexiones y aprendizajes de 25 años

100 En 1995, María Eliana queda embarazada por tercera vez, lo que alter fuertemente su relaci n con el director del establecimiento en el que trabajaba. Este ponía permanentemente trabas en sus labores, ya sea no autorizando controles médicos o cuestionando sus capacidades por el hecho de estar embarazada. El menoscabo y maltrato sufrido durante ese período llev a María Eliana a renunciar a su fuero maternal y a su trabajo al finalizar su posnatal. Para mí era terrible, tenía que sacar a los niños formados después de estar diez u once horas en el colegio. Tenían que lustrarse los zapatos, peinarse y salir en fila. Entonces yo renuncié, porque ya no podía más. Yo renuncié a mi fuero maternal incluso porque yo no podía trabajar con esa estructura y menoscabo. Dije: ‘Tengo que buscar otra cosa’. María Eliana volvi a buscar trabajo. Para lograr ingresos que permitieranmantener a la familia, se desempeñ como profesora básica en dos establecimientos educacionales, treinta horas en cada uno. Almorzaba en el taxi que la trasladaba de una escuela a la otra. A partir de estas experiencias desarroll una gran capacidad de organizaci n administrativa de su trabajo, y logr una estructura ordenada para la planificaci n y preparaci n de la enseñanza; sin embargo, se mantenía latente la necesidad de innovar en educaci n y de abordar el desarrollo de los y las estudiantes con una perspectiva más integral, no solo centrada en logros academicistas y de resultado. Considerar a las niñas y los niños desde sus emociones y relaciones, con sus tiempos y necesidades, la llevan a seguir buscando otros modelos de enseñanza. Su vida transcurre, en este periodo, con muchas horas fuera de casa, en el trabajo y apoyando a sus hijos y a su hija durante la noche y los fines de semana e intentando que ellos y ella no sintieran abandono. En ese mismo intento María Eliana asumi estar muy presente en la educaci n y en la escuela donde estudiaron sus hijos e hija, por lo que en la organizaci n de los apoderados siempre tuvo un rol en la directiva de curso, lo que asumi con responsabilidad y contenta porque la acercaba a los profesores y a las profesoras de sus hijos e hija, y a la escuela. Durante el ejercicio docente en el establecimiento El Encuentro, se sinti más tranquila con sus hijos e hija ya que pudo matricularlos en el mismo colegio donde trabajaba con un costo más econ mico. Los dos hijos menores estaban todo el día en el colegio y debían esperar a que la mamá terminara la jornada laboral para volver a su hogar. Fue un período cansador, pero gratificante al poder estar con ellos en todo momento, participar en ceremonias y reuniones de apoderados, conversar más fácilmente con las docentes y ser excusada más cariñosamente ante alguna falta como apoderada. El año 2004 se inicia el periodo en que junto a su esposo instalan un nuevo establecimiento educativo. Es ahí cuando se genera un gran quiebre familiar que termina con la sociedad educacional y con su matrimonio. María Eliana no poseía un rol administrativo, ya que este era realizado exclusivamente por su marido. Su labor se remitía a la direcci n de liderazgo desde la dimensi n pedag gica. Las decisiones relativas a salarios, contrataciones, mantenci n y mejoramientos eran tomadas por su marido quien no realiz rendiciones de cuentas de ingresos y egresos. En ese período, y debido a las deudas que mantenía la familia por los altos costos del proyecto, María Eliana no recibía sueldo, solo firmaba una liquidaci n por un ingreso base mínimo, pero los dineros eran gestionados en su totalidad por su marido, tanto los de la subvenci n del establecimiento como los dineros familiares. Es así como en este contexto, surgieron diferencias ideol gicas entre ambos, las cuales, en conjunto con otros problemas generaron el divorcio de la pareja. El segundo año de funcionamiento del establecimiento su marido quiso obtener más ingresos y reemplaz la gratuidad por subvenci n compartida: las familias que pagaban podían continuar en el establecimiento, las demás debieron partir. Este hecho profundiz las diferencias entre María Eliana y su esposo ya que fue el inicio del abandono de las ideas que motivaron la fundaci n del centro educativo y de su proyecto educativo. Otro de los aspectos que deterior con mayor fuerza la relaci n entre ambos fue el estilo relacional: mientras su marido mantenía una relaci n lejana con el personal docente y asistente, con una gesti n autoritaria, con varias demandas por maltrato, María Eliana se relacionaba desde la confianza, la participaci n y las decisiones compartidas. Su marido y socio pedía que, cuando él llegara a la escuela, ella abandonara cualquier tarea que estuviera haciendo para reunirse con él.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=