Manual de apoyo sobre derechos, autonomía y vida independiente en servicios residenciales
65 cambiar la mirada asistencialista sobre los servicios entregados, lo que implica por ejemplo hacer las cosas por otro, no pedir su opinión, etc. Este vínculo no impide, por otra parte, que el trabajo rutinario pueda verse automatizado, lo que podría implicar que cierta atención con los usuarios y usuarias queda desplazada, mecanizándola a tal nivel que se pierde la cercanía y humanidad en la relación. “Muchos, no todos, tienen el trabajo automatizado: venir, bañar, dar los remedios, dar alimento y chao. Más allá de eso, nada. No juegan, no interactúan, no conversan con ellos”, cuenta una coordinadora de un equipo de atención en las residencias. Trabajo interdisciplinario y servicios de atención Una tercera estrategia para promover la autonomía de las personas con discapacidad entre equipos de residencias, es el trabajo interdisciplinario para dar una atención de calidad, considerando estrategias de evaluación y monitoreo de los servicios. En el trabajo de gestión es necesario entender el valor de cada profesional y técnico involucrado. Sin embargo, suele existir incomprensión de los roles que cumple cada uno y el objetivo común del trabajo que deben desempeñar. Esto es aún más complicado cuando una de las profesiones o especialidades busca posicionarse como aquella con mayores facultades para dar respuesta a las situaciones emergentes con las usuarias y usuarios. En ocasiones existen profesionales, que creen que sus estudios, los posicionan como personas con más conocimientos o habilidades para tomar decisiones o responder a las situaciones. Desde ese punto de vista se hacen necesarias herramientas para unificar una mirada entendiendo la riqueza de los diversos saberes y la interdisciplinariedad. Las problemáticas surgen entonces cuando se oponen perfiles de profesionales o técnicos y hay carencia de diálogo entre las diversas perspectivas, afectando el servicio de atención y el trabajo cooperativo. Sea cual sea la motivación por el trabajo, se deben tener estándares y un objetivo común para la atención. Algunos de los perfiles profesionales que conforman estos equipos son la fonoaudiología, psicología, terapia ocupacional, técnico en enfermería y asistentes de trato directo. La figura principal en la atención diaria que permite observar y monitorear las conductas de usuarios y usuarias son los asistentes de trato directo. Su trabajo implica estar cerca y en el día a día de las personas residentes, prestando los apoyos necesarios para que puedan realizar sus actividades de la vida diaria. En este compartir diario también son las figuras responsables de observar y dar a conocer al resto del equipo sobre lsa preferencias o cambios de conductas de lo/as residentes. El flujo de esta información es muy importante, en consideración a cambios de turno y de nuevas incorporaciones a los equipos. Roles de trato directo también son cumplidos por parte de técnicos en enfermería, quienes se enfocan centralmente en el seguimiento y monitoreo médico de usuarios y usuarias. La relevancia de su trabajo está en la rigurosidad del control y seguimiento, por ejemplo, de uso de medicamentos, para evitar desajustes. Por otra parte, la terapia ocupacional se reconoce como el perfil central en el proceso de entender a usuarios y usuarias en sobre sus necesidades de apoyo y estrategias
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