Manual de apoyo sobre derechos, autonomía y vida independiente en servicios residenciales

56 • En casos donde el abuso pasa a violencia, se ha de priorizar la seguridad del personal, y se ha de buscar mantener la calma dentro de lo posible. Se recomienda retirarse en caso de ser necesario y llamar a los servicios pertinentes. • Se debe buscar monitorear la situación a futuro. • Se ha de capacitar al personal en estrategias de desescalamiento, el concepto del uso mínimo de la fuerza, y técnicas de quiebre de confrontaciones, entre otras. Humanizar a usuarias y usuarios Como forma de contrarrestar experiencias traumáticas se debe entender el contexto e historia que conducen a actos violentos. La violencia se puede prevenir, recordando y practicando que todas las personas merecen/merecemos un trato humanizado, que considera al menos el respeto de su individualidad, la validación de las emociones expresadas y la compasión ante el sufrimiento del otro/a. Nuestras acciones como trabajadores/as en esta línea pueden generar un impacto positivo y compensar el efecto de experiencias violentas previas. Conocer la historia personal de usuarios y usuarias puede ayudar en este sentido, conociendo particularmente los antecedentes y situaciones que podrían gatillar o desencadenar una posible crisis. Autocuidado profesional Las situaciones críticas previamente descritas generan un impacto emocional en los equipos y por lo mismo éstos deben tener una instancia, infraestructura y equipamiento para la gestión del autocuidado. Esto puede incluir cuestiones sencillas, como tiempo para comer con tranquilidad, o bien cuestiones más complejas, como programas de apoyo entre pares o de protección de la salud física y mental. Sin embargo, siendo el autocuidado de los equipos profesionales tan esencial como el mismo trato respetuoso hacia los usuarios y usuarias, se le tiende a dar menos importancia y a postergar las actividades y espacios de este tipo. Aquellas que se implementan, emergen de las necesidades puntuales de equipos de cada residencia, más que de procedimientos, técnicas o protocolos definidos de manera más global. En algunas residencias, se organizan espacios de mayor privacidad para que los equipos puedan alejarse un momento y así calmar los niveles de estrés. En otros casos, se busca con mayor o menor éxito realizar actividades de respiración para ir manejando los impactos emocionales por la permanente exposición a situaciones difíciles. La contención de los equipos profesionales tras situaciones críticas puede incluir también, como ya se mencionó, el establecimiento para quienes lo necesiten de un periodo de tiempo fuera de su cargo, el acompañamiento emocional, la preparación del clima al retorno y el seguimiento a los casos que lo requieran. A un nivel más amplio, el autocuidado debe ser considerado un mecanismo esencial para un trabajo que requiere resiliencia ante escenarios complejos, y donde los resultados se van

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