Manual de apoyo sobre derechos, autonomía y vida independiente en servicios residenciales

38 que la falta de promoción de la autonomía se debe a escasos recursos, esto se debe evaluar en conjunto con el resto del equipo y coordinación, en tanto se pueden gestionar activamente los desafíos de recursos para encontrar soluciones prácticas que no requieran financiación adicional. 2. Evitar prejuzgar Es importante dejar a un lado ideas preconcebidas sobre la autonomía que no son apropiadas. También, es necesario considerar que las personas pueden tener diferencias respecto a los tipos de apoyos que necesitan para tomar decisiones. Esto no significa que carezcan de capacidad de toma de decisiones. Una persona puede tener diferentes habilidades y conocimientos para tomar decisiones dependiendo de la decisión a tomar y del momento en que se requiere la decisión. Asimismo, si bien es importante no subestimar la capacidad de una persona para tomar sus propias decisiones, también es importante no sobreestimarla. 3. Implementar y evaluar acciones de apoyo Promover la autonomía requiere un proceso continuo de comunicación para abordar las necesidades individuales. Esto requiere una comunicación abierta y veraz y una atmósfera de confianza y respeto mutuo. La comunicación efectiva es la piedra angular del consentimiento informado y es esencial para determinar la voluntad y las preferencias personales con respecto a la atención y el apoyo requerido. La comunicación eficaz también puede identificar los apoyos necesarios en el proceso de toma de decisiones. Un diálogo compartido sobre la atención, el apoyo y el tratamiento garantizará que la información se proporcione y se comprenda. Las preferencias y requisitos de una persona en cuanto a la asistencia para la toma de decisiones pueden cambiar con el tiempo, por lo que es relevante conocer el historial personal de quien recibe los apoyos. Informarse sobre la persona, su vida y lo que es importante para ella sirve para promover la autonomía de manera significativa. Para apoyar a una persona en su toma de decisiones se le debe dar información. El proceso de comunicación debe adaptarse a cualquier necesidad específica y ser culturalmente pertinente. En ese sentido un lenguaje sencillo y documentos fáciles de leer serán de mucha ayuda. Además, es esencial que la comunicación en el proceso de consentimiento sea un proceso bidireccional, dado que permite que sea consensuado y no un mero proceso de autorización. Por otra parte, si un individuo requiere de apoyos profundos y sistemáticos y enfrenta serias dificultades de comunicación, sus preferencias, necesidades y/o deseos pueden consultarse e identificarse con la ayuda de familiares y cuidadores que sean conscientes de ello. En cualquier caso, la participación familiar debe ser con el consentimiento previo de la persona.

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