Manual de apoyo sobre derechos, autonomía y vida independiente en servicios residenciales

36 • Considerar cómo la ley, las regulaciones y la cultura del lugar de trabajo pueden influir en las relaciones interpersonales. • Estar dispuestos y dispuestas a aprender de los demás sobre cómo apoyar a las personas en sus relaciones. En la atención en residencias resultan relevantes las estrategias que promueven la importancia de los usuarios y usuarias con discapacidad en el desarrollo de su autonomía. Esto permite centrar el trabajo en residencias hacia uno que posicione a las mismas personas con discapacidad en el centro de las relaciones, de modo que se les valoren sus preferencias y se les tome en cuenta en la práctica y diseño de cómo viven sus propias vidas. Autonomía ¿Qué entendemos por autonomía y cuál es su importancia? En su definición más simple autonomía se refiere al control que un individuo ejerce sobre sus propias decisiones. Tiene como base un respeto de la dignidad de la persona, un reconocimiento a su privacidad y una valoración de su capacidad de elegir. El respeto a la autonomía es central en el desarrollo de una atención centrada en la persona. En un sentido práctico está relacionada a la autodeterminación, que refiere a tener potestad sobre uno mismo y a dirigir cómo se vive. La autonomía es la capacidad de un individuo de dirigir su vida cotidiana de acuerdo con sus valores, creencias y preferencias personales. Esto implica que la persona que recibe la atención pueda tomar decisiones y elecciones informadas sobre la atención, el apoyo o el tratamiento que recibe. Como vivir en una residencia implica compartir espacios y horarios con personas con las que no necesariamente se eligió convivir, la planificación de la vida en ella conlleva diseñar actividades y espacios para promover la autonomía e independencia de cada usuaria y usuario pero también para evitar desencuentros entre ellos. Por lo tanto, se diseñan las rutinas diarias buscando establecer una estructura beneficiosa que provea de certidumbre y actividades predefinidas a las cuales sumarse según preferencias personales. Ocasionalmente estas rutinas son previamente consultadas y acordadas para hacer a usuarias y usuarios partícipes de las decisiones. El margen de elección está dado sin embargo por ciertas limitaciones sobre, por ejemplo, si estas actividades son grupales o individuales. El personal dentro de las residencias tiende a buscar instancias para comentar su trabajo entre pares y evaluar y fomentar estrategias de enfrentamiento ante dificultades. Asimismo, existe un trabajo de diseño de dinámicas y estrategias diarias de innovación que apuntan a ir resolviendo problemas y que deben ser evaluadas en su pertinencia considerando el contexto al cual están respondiendo. Entre estas estrategias están las siguientes:

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