La memoria del mimbre: identidades, saberes y paisajes de Chimbarongo

48 LA MEMORIA DEL MIMBRE La vida en el campo, marcada por desafíos, sacrificios y compromisos, presenta una serie de responsabilidades que se entrelazan con los sueños y esperanzas de quienes la habitan. Sin embargo, las condiciones exigentes, incluido el desgaste físico, han contribuido a que las mujeres muestren un interés limitado en involucrarse directamente en el cultivo y la producción del mimbre. A pesar de estos desafíos, las mujeres y las familias campesinas no están ausentes en la actividad del mimbre. Su participación es activa, y se destaca, especialmente, en periodos específicos del ciclo de cultivo, siendo la etapa de postcosecha un momento crucial. En este periodo, las mujeres demuestran su valiosa contribución al proceso, participando en tareas relacionadas con el pelado del mimbre para la obtención del mimbre blanco. En la actualidad, se observa una preocupante falta de interés por parte de los jóvenes en continuar las tradicionales faenas y labores agrícolas. Los agricultores, conscientes de esta tendencia, toman la iniciativa de estimular a sus hijos para que busquen empleos o profesiones fueradel ámbitoagrícola. Este cambio reflejauna dinámica social donde las nuevas generaciones muestran una preferencia por carreras y trabajos no vinculados a la agricultura. Este fenómeno plantea desafíos significativos para la sostenibilidad de la agricultura familiar. La falta de sucesión generacional en las actividades agrícolas podría afectar la continuidad y vitalidad de estas comunidades, así como la seguridad alimentaria a largo plazo. La comprensión de estos desafíos es fundamental para desarrollar estrategias y políticas que fomenten la participación de los jóvenes en la agricultura familiar, garantizando así la continuidad y prosperidad de estas comunidades.

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