La memoria del mimbre: identidades, saberes y paisajes de Chimbarongo

24 LA MEMORIA DEL MIMBRE En 1941 el Institulo de Información Campesina publica el libro “Mimbre“, con el objetivo de fomentar las industrias caseras. En este libro la primera página rotulaba: “Esta publicación sobre trabajos demimbre será enviada gratuitamente a cualquier campesino que la solicite, escribiendo al Instituto de Información Campesina, Palacio de la Moneda, Santiago”. Las comunidades campesinas continúan elaborando sus piezas artesanales con el mimbre que es recogido de los bordes de las acequias y canales. Es en la década del 50, como respuesta a una fabricación de objetos de mimbre de mayor escala, cuando proliferan las plantaciones y producción agrícola. En este sentido, el mimbre evoluciona y pasa de ser recolectado a ser cultivado como una especie más en el horizonte agrícola del Valle de la Provincia de Colchagua. Esta orientación estatal, que se traduce en una serie de programas orientados a fomentar estas artes, tiene su máximo esplendor en la década del setenta, marcando un punto alto de producción y comercialización. Es así que entre 1970 y 1975 ocurren una serie de acontecimientos dentro de la producción mimbrera. En primer lugar, se intensifican las plantaciones, para asegurar la disponibilidad de la materia prima para los talleres de artesanos. Y, en segundo lugar la CORFO otorga créditos a los nacientes talleres artesanales, para impulsar la industrialización y adquirir mayor cantidad de materiales y de igual forma maquinaria.

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