La memoria del mimbre: identidades, saberes y paisajes de Chimbarongo
112 LA MEMORIA DEL MIMBRE Otro artesano destacado fue Juan Sepúlveda Martínez . Oriundo de Santiago, llegó a Chimbarongo a los 20 años, invitado por Don Manuel Benito Sandoval a trabajar en mimbre. Al ver que la materia prima en Chimbarongo es más barata que en Santiago, decide quedarse y montar su propio taller. Casado y con dos hijos se transforma con los años en un maestro artesano reconocido en la zona, sin embargo, ninguno de sus hijos continúa sus pasos. Entre sus tantas obras, destaca un barco, el cual demora 3 años en construir, y el que nunca quiso vender. Este artesano se caracterizaba por realizar un trabajo muy fino y delicado, y donde su pasión por el mimbre lo llevaba a los más grandes desafíos personales, interpretando con esta fibra vegetal, objetos tan complejos como un Ford T, una locomotora y una moto, entre otras obras. Don Juan, quien fue el ganador del primer concurso de mimbre realizado en Chimbarongo, lamentablemente fallece el año 2007, dejando una estela de obras insuperables por su destreza y arte. Uno de sus grandes aprendices es el maestro artesano José Urra, quien trabajó por más de 12 años en su taller. Urra cuenta que el trabajo de Sepúlveda era único, tenía sus propios diseños, los que con el tiempo fueron copiados por otros artesanos de la localidad. Cuenta que aprendió muchas técnicas, detalles importantes de como trabajar el mimbre y como rematar los trabajos que es una de las partes más relevantes del tejido para que no se suelten.
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