Trenzados de Chile. Una investigación sobre el trenzado en paja de trigo en Chile
27 demandando las cuelchas de 4 pajas, pero cada vez de calibre más delgado, siendo estas las más vendidas hoy. En la década de 1990, los chupalleros de Ninhue comienzan a especializarse en chupallas de cuelcha fina de 4 pajas, que es la más valorada hasta el día de hoy (Silva et al., 2018). La paja de calibre delgado a fino se logra en zonas de suelos pobres y degradados, con baja fertilidad y capacidad de retención de agua, característicos de la Cordillera de la Costa donde están insertas las comunas que realizan este oficio (INIA, 2004; INIA, 2007). En Cutemu, en tanto, la historia del trenzado comenzaría, según la escasa documentación existente, en el siglo XIX (1800) año en que probablemente, arribó a la zona producto de la inmigración europea. La instalación del convento franciscano en la vecina localidad de San Pedro de Alcántara podría estar relacionada con la llegada del oficio a la zona, pues usualmente en aquellos tiempos los conventos funcionaban como espacios desde donde se irradiaban una serie de conocimientos y tradiciones, no sólo religiosas. Otras personas de la zona relacionan su llegada con el arribo de inmigrantes alemanes al antiguo y desaparecido puerto de Llico, pero a la fecha, no se ha encontrado documentación que respalde esta información (Nuñez & Lacoste, 2017). Se cree que este oficio surge debido a una transmisión de conocimientos, ya que la elaboración de la trenza tiene cierta complejidad y características técnicas, que tienen a su
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