Chile singular. Apuntes de viaje

A P U N T E S D E V I A J E Desde muy niño dibujé con crayones y colores, sumergiéndome en la inocencia de expresarse libremente, sin complejos ni reglas. Mi paso por la Facultad de Arquitectura me enseñó que el dibujo debe tener una intencionalidad más allá del simple gusto por hacerlo. Los cursos de Historia de la Arquitectura y los trabajos de taller me llevaron a explorar y analizar ciudades y edificios por medio del dibujo. Aprendí que al observar se descubre, y que al dibujar se comprende y se evidencia. Como estudiante, subí por los cerros de Valparaíso con mis cuadernos de apuntes, tomé el tren al sur hasta el archipiélago de Chiloé y navegué entre sus islas e iglesias, haciendo croquis y anotaciones. Viajé hasta el desierto de Atacama para recorrer pueblos y salitreras abandonadas. Todos esos dibujos y descubrimientos llenaron las láminas que entregué en los cursos de Historia y Patrimonio; en los ejercicios de Taller de Arquitectura y , finalmente, para fundamentar la memoria y proyecto de título. Fue a fines de los 70, siendo un joven arquitecto, que partí tras los edificios y ciudades que una y mil veces estudiamos en la facultad. Viajé hasta tierras lejanas tras la huella de la gran arquitectura del pasado y del presente. Subí por América, volé a Europa y fui más allá, cruzando el mundo varias veces, siempre para conocer, dibujar y entender, para descubrir y guardar en la memoria de mis cuadernos todos los recorridos. Hice caber en mi libreta de apuntes las abandonadas ciudades de la América prehispánica, las obras modernas de los arquitectos mexicanos, la magnitud insospechada de las ciudades de Norteamérica. Estudié y viajé por las ciudades de Europa dibujando plazas y edificios de piedra. Llegué al Lejano Oriente para sorprenderme con sus templos y costumbres, que registré en cuadernos y dibujos. Crucé a África para ver el desierto y conocer ciudades de arena y sombras. Volví muchas veces para continuar el viaje, siempre con un lápiz y papel para buscar y poder ver mejor y más lejos. Han transcurrido más de 50 años desde esos viajes de arquitecto, lejos de mi tierra. Se llenaron las libretas de apuntes, se realizaron exposiciones y publicaciones. Y ahora, en este nuevo libro, regreso sobre mis pasos a donde comencé. Hay que irse lejos y por mucho tiempo para poder regresar con otra mirada a los lugares que son propios. Volver a esos lugares que parecen no haber cambiado para comprobar cuánto ha cambiado uno. Los viajes no solo nos llevan a sitios reales, sino también a un viaje interior de conocimiento y comprensión de nuestra identidad. Si se quiere conocer el mundo y a uno mismo, se debe salir de viaje; el camino entrega la enseñanza. Cumplidas las travesías y terminado el peregrinaje, regresé a dibujar en mi país y volví a los lugares donde inicié todos los viajes. Esta publicación recopila dibujos y observaciones de pueblos y ciudades con fuerte carácter e identidad, de ahí su título “Chile singular”. De norte a sur, nuestro alargado país ofrece una diversidad notable que se expresa con fuerza en la arquitectura y su relación con el paisaje. Recorrer, observar y dibujar estos lugares es sumergirse en nuestras raíces culturales y conectarnos con el territorio, la arquitectura y la herencia colectiva y esencial de nuestra historia. Poder recoger, en una mínima medida, la belleza y singularidad de Chile en estas páginas ha sido un regalo para este dibujante y me ha ayudado a recordar quiénes somos realmente. JORGE IGLESIS GUILLARD 09

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=