Chile singular. Apuntes de viaje

S A N P E D R O D E A T A C A M A Los apuntes de este cuaderno de viaje fueron realizados en diversos viajes a San Pedro y al salar de Atacama. El primero, hace más de 20 años, con mis alumnos de la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo, cuando viajamos al desierto para dibujar, entender y proyectar en la inmensidad de este territorio. Se repitieron otros tantos viajes cuando se construía nuestro proyecto para el radiotelescopio del observatorio Alma. Y, por último, los más importantes fueron realizados para el estudio del proyecto del Museo Arqueológico de Atacama, que comenzó a construirse en 2015 y cuya obra está abandonada hasta el día de hoy. San Pedro es un oasis en medio de la inmensidad del desierto. El Láscar y Licancabur son los volcanes tutelares de su existencia, y los cursos de agua traen la vida y completan las referencias para asentarse en el lugar y su contexto. El agua, la sombra y los muros se enlazan para configurar los espacios y definir el orden urbano y el espíritu y la forma de la arquitectura. Agua que permite la vida y genera trazados. Sombra que cobija el hábitat y dibuja en la luz. Muros que dan forma y volumen para proteger la intimidad de la vida. ¿Por qué venir a dibujar al Norte Grande donde parece no haber más que desierto? Porque dibujar es descubrir y observar. Observar es saber mirar, comprender y ver más. Dibujar permite analizar y entender para poder aprender, porque aprender nos permite recordar. Dibujar para poder recordar y luego recordar para proyectar y crear espacios y formas sobre un fundamento poético apropiado. Construir con fundamento sobre lo descubierto y , sobre esa base, levantar el proyecto que da origen a la obra de arquitectura. Todo se funda sobre una historia, una tradición, una idea. Nada sale de la nada. En el arte, como en la arquitectura, no hay inventos sino descubrimientos. SAN PEDRO , 1 9 98 - 20 1 8 . 35

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=