Modelo Educativo de la Universidad de Chile 2021
15 MARCO GENERAL crecimiento con equidad social y de género, con plena participación ciudadana, que logre articular el desarrollo y la democratización. El papel que le cabe a la educación superior en esta tarea es de primer orden. En una sociedad marcada por esta tensión, la educación superior cobra par- ticular importancia como espacio privilegiado para el encuentro, el reconoci- miento mutuo y la formación de ciudadanas y ciudadanos conscientes de la diversidad presente en la sociedad que habitan. En este contexto, el mayor acceso a la educación superior, en todas sus formas, puede aportar no solo a unmayor desarrollo del conocimiento, sino también al despliegue de las potencialidades de quienes se formen en ella y de sus ca- pacidades de incidir en la toma de decisiones políticas, sociales y económicas relevantes, que permitan generar los cambios necesarios para transitar hacia un desarrollo humano efectivo y justo (Oficina de Equidad e Inclusión, 2013). Tanto las demandas ciudadanas —que han impulsado en gran medida las iniciativas de reforma a la educación superior en el país— como el consenso alcanzado por organismos internacionales desde distintas perspectivas (OCDE y Banco Mundial, 2009; UNESCO, 1998, 2008, 2015) hacen un llamado a las universidades a fortalecer la equidad y la calidad en contextos de inequidad social y de género; a reconocer y crear espacios formativos respetuosos de las culturas y saberes de los pueblos indígenas, propiciando una convivencia inter- cultural; a aportar a la inclusión y el aprendizaje efectivo de grupos y personas excluidas a través de políticas educativas integrales, desde una perspectiva de aprendizaje a lo largo de toda la vida; a reconocer el valor de la diversidad en educación superior en la calidad de los procesos de aprendizaje y el desarrollo
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