Amaranto: principios y experiencias para su cultivo en Chile

3 Amaranto: Principios y experiencias para su cultivo en Chile Chile se encuentra entre los diez países más afectados por el cambio climático, el cual está repercutiendo fuertemente en la disponibilidad de agua para los cultivos y, por tanto, en su producción y rentabilidad. El 72% de la superficie en Chile sufre de sequía en algún grado; de un total de 345 comunas a nivel país, 156 presentan riesgo de desertificación, amenaza que podría afectar a más de 6 millones de habitantes en el país. Desde el año 2009, la zona central, desde la región de Valparaíso al Maule, ha tenido sequías prolongadas con un déficit de precipitaciones anuales cercanas a 70% y con una pérdida de superficie cultivable importante, afectando principalmente a especies de primavera- verano tales como maíz, remolacha, poroto y papa, que han reducido su superficie en un 70%, 63%, 48% y 25%, respectivamente 1,2 . Bajo este escenario, la agricultura familiar campesina ha sido uno de los sectores más vulnerables, cuyas incertidumbres se relacionan, entre otras, con los riesgos en la generación de ingresos familiares, la contaminación de suelos y aguas, producción y mercado y, canales de comercialización 2 . Esta situación compromete la producción de alimentos saludables y lleva a determinados sectores poblacionales a un estado de inseguridad alimentaria. Frente a este problema, se han propuesto diversas medidas y recomendaciones a nivel predial, entre ellas: el uso y/o cambio de especies y/o variedades con alta eficiencia en el uso del agua. En ese contexto, el amaranto surge como una alternativa viable para los y las agricultoras de la zona central de Chile, dado que su metabolismo fotosintético C 4 le confiere una mayor eficiencia del uso del agua, siendo esta superior a la mayoría de los cultivos; además, su alta plasticidad ante condiciones ambientales adversas como el estrés hídrico, salino, las altas temperaturas o la escasa fertilidad, lo hace un cultivo de gran interés. El presente libro incorpora antecedentes generales respecto de la fisiología del amaranto, morfología, crecimiento y desarrollo, que permiten entender esta capacidad del cultivo de crecer bajo condiciones ambientales con algún grado de estrés. A su vez, se entregan antecedentes sobre los requerimientos climáticos (temperatura, largo del día), hídricos y nutricionales que permiten entender su manejo en lo que respecta a la fecha de siembra, manejo del riego y de la fertilización. Estos aspectos luego son abordados a través de experiencias llevadas a cabo en la zona Central del país, desde la región de Valparaíso hasta la región del Maule, donde se entregan los principales resultados y recomendaciones respecto del uso de variedades, sus fechas de siembra en función de optimizar el rendimiento, así como los requerimientos hídricos, densidad de plantas y fertilización. Este es el primer libro que incorpora experiencias nacionales de manejo del amaranto, y se espera que los agricultores/as se maravillen con sus ventajas agronómicas, masificando su producción en el país, llenando con bellos colores los campos de la zona central.