Los Jirondinos chilenos

-12 - pasos de Portales, el jefe de ese gabinete abrió desde tempraüo las pnertas del foro público a la juventud. I esa jeneracion nacida al calor del estucho i de las pri– meras arrnns del diarismo i de la polé1nica, esti,nnl ada por la reciente reorganizacion de los estudios, por el rejuvenecimiento de la Uuiversidad, vi eja otra vez i ca– duca hoi dia, por las controversias de principios i de aspiraciones de que habían sido sncasivu.mente adalides El Si.qlo, El Crepúsculo i El Prog?·eso, pnbli_caciooes, 1 iterarías, filosóficas i políticas co1npleb:1,1nente espon– táneao, ana de cnyas rnas atrevidas i nuovaciooes había estado representada en el famoso jurado i trinufo pú– blico de Francisco Bilbao en 1844, esl't jeueraciou, de– cíamos, entusiasta, séria i a la pu.r brillante, la.bol"iosa i hatalladorrt, qne enseñaba i aprendía a l.t vez, se lan– zó a la lacha electoral con jeneroso ardor i vió sns es– fnerzos coronados por ona fácil victoria. No tenemos para qné analizar en esta ocasion la n1a– nera có,no se hicieron las elecciones de Uongreso i Mu– nicipio en marzo i en abril de 1849. Segnramente repre– sentáronse aqnellas en grotesco escenario mas o ménos como todas las comedias a qne asiste este manso i pa– ciente pueblo de (;hile, sin darse cnenta de qne es él el que paga a la pnerta, él el que trabaja en el proscenio i él el que es silbado al caer el telon, sin tomar en cuen– ta que aqaellos mismos qne lo silban son los que se sientan sobre sns fueros i sn ~onra. Pero no ha mnchos dias recordábamos nna gloriosa escepcion de aquellas elecciones. El pueblo de Valparaiso habia vencido por