Los Jirondinos chilenos

- 35- Cuando los amigos de Jo1·je Danton le aconsejaban abandonar la Francia i salva1·se del patíb~1lo que le preparaba Robespierre, el tribnno se negaba tenazmen– te i esclamaba:-<<Hnir! Qué! se lleva acaso el polvo de la patria en la. suela de los zapatos?» Poi· esto Pe– dro Ugarte, desterrado tres veces de Chile en el espa– cio de 15 años, volvió siemIJre a sn seno, i así el polvo de sus huesos descansará confundido eternamente con el polvo de su cona. El mas viejo de aquella escuela era F1·ancisco Marin, pues en 1851 frisaba en. los 40 años, siendo todavía, como Palaznelos, un arrogante solteron.- Había vivido en consecuencia mas años qne Robespierre hasta el patíbulo, cuando le dieron sn nombre de pila qne ín– timamente lleva todavía entre los que le aman. I así resulta, para edificacion de los incrédulos, qne en vez . de no solo Robespierre hemos tenido en Chile dos, i el último está vivo. Todo esto, no obstante, las ficciones de las épocas como sos realidades están Üamadas a encont1·ar nn de– senlace, i éste llegaba sério i aun amenazante para los caudillos revolucionarios del partido liberal rejuvene– cido en 1851. I esa hora sonó precisamente en los dias qne hemos elejido para introducir estos recuerdos, porque el 7 de noviembre de 1850 estalló en San Felipe nn tumulto popular que trajo como resultado inelndible ]a decla– racion de estado de sitio qne tanto se habia presajiado, i que produjo un descalabro político mas grave que esa

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