Los Jirondinos chilenos

- 26 -- asistentes al clob de la calle de Huérfanos ton1aban sos nombres de gnerra a sn alhedrio, ora de ln. :ri'1onta– ña, ora de la Llanura, ora de la ,JiL·onda i aun de otros grupos intermedios de la re vol ncion. En este sentido, por ejemplo, los Amanátegui, honrados pero cantelo 4 sos, ha.biu.n dado un salto por encima de los bancos de la borrascosa Convencion de 1793, i ha.bíanse acomo– dado de bneu grado con los apellidos i Ja noble frate1·– nidad ele aqnellos tres il nstres hermanos qne h,tbiao sido la templanza i el cnerdo patriotismo de la Asttm– blea Constitayeate, esos <<tres hennauos .Lameth», qne an nq ne nacidos en diferentes años, ( 1756, 57 i 60) eran solo tres je,nelos.-Migael Lnis, era TmoDORO LAMETH, Gregorio Víctor era ÜÁRLOS LAMETH. El tercer LA– METH (Alejau<lro Manuel) esperaba toda.vía en la ante– sala la órden fraternal de formar él grnpo. «Los tres LAME'l'H de Francia», digámoslo de paso, habian tenido aua existencia singnlannente homojénea., paes habían militado juntos con Lafayette, en la guerra de emancipaciou de los Estados U nidos. Los tres sabian con perfeccioa i como hombres coitos, no solo so len– gua nativa, sino el ingles, gracias a sns viajes i a sos campañas. Mas tarde, en los días del Terror, pal'a ]o cnal sns uatora.lezas no habían sido labradas, emigra– ron a Alemania, cny11. lengna tambieu aprendieron, lo qne talvez no les atrajo venta:ias de mavor entidad, pnes si bien es cierto que O,í,rlos V asegnraba «qne an hom– bre era tantas veces hombre cnaotas lenguas sabia», creían sin duda aquellos austeros rept\blicos que con

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=