Los Jirondinos chilenos
- 19 - al el ub de la Sociedad de la Igualdad en la nefasta noche del 19 de agosto de 1850. Pero de aquella esce– na sangrienta el espíritu pl'1blico se babia levantado verdaderamente jigante. El local del club se hizo in– suficiente en pocas horas despnes del atentado, i se llevó las sesiones a nn teatro inconcluso pero espacio– so en la calle de Duarte. ( 1) Allí cabian cada jueves i domingo cuatro o seis mil personas, a q aieues Francisco Bilbao electrizaba con discursvs majestuosos.-Bilbao, simple escritor bíblico, a veces casi inintelijible como TJacanza, era un gran orador, era el prí mer orador popular de sn tiempo, co– mo Lastarria era la primera espada del parlamento. El clnb se babia hecho ejército, el ejército era una amenaza : i si Santiago, donde el pueblo tiene número pet·o no tiene ni ha tenido jamás alma, hnbiese sentido caer en su foco, que era aquel club famoso, una sola chispa, al grito de sns tribunos, el gobierno de la Mo- (1) La Sociedad de la Igualdad se reunia ántes del 1g de agor– to en los salones i departamentos anexos de la Sociedad Filar– mónica, hoi convertidos en almacenes i caballerizas en la casa del señor Rafael Larrain, calle de las Monjitas. Despues del suceso del 19 de agosto se inscribieron varios miles de socios, i entre éstos uno de los primeros, don Ramon Errázuris, can– didato del partido liberal desde ese acto. Con este motivo el club fué trasladado a un teatro vasto, pero en andamios, que existia en la calle Duarte, donde se edificaron mas tarde las casas llamadas d6 A vendafio, i que si nuestra memoria no nos engafia, era propiedad en esa época del rejidor don Luis Ov~– lle, miembro importante del partido liberal.
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