Los Jirondinos chilenos

- 17 - amenazaute en el Clladro, el chvqne, ed decir, la revo– lucion se veía venir. Por nna consecuencia lójica de esta situacion, el gru– po parlamentario de 1849, vencedor de un dia, réprobo de dos años, se mantenía en lid abierta contra aquella sitaacion. Había proclamado una candidatura fria hasta ser glacial, pero respetable i prestijiosa:-la candidatu– ra del vice-presidente del Senado, don Ramon Errá– zariz, qne a la sazon tenia 65 años. Caso admirable 1 El g0bierno de los fnertes i de los ancianos proclamaba al presidente mas jóven que ha tenido la república i que h!3-bia comenzado .sn carrera pública como ins– pector de no colejio. Los jóvenes del partido naciente del progreso habian proclan1ado a un anciano, a un antiguo i probado conservador! Francisco Matta, es– pirita voluble, pero alma sana i honrada, fué el prime– ro en echar en cara a los innovadores de 1848 aquella. inconsecuencia. Matta olvidaba solo qne en Chile las candidaturas populares no pueden ser jamás espontá– neas, puesto qne nuuca se las recibe sino de guerra. Toda candidatura oficial, aun la mits prestijiosa, tiene que ser un reto porque en sí misma es una insolente nsnrpacion. En consecuencia, i miéntrns dure i se exa– jere el sistema reinante, toda designacion de candida– tos no puede ser sino un duelo a muerte, en daño i deshonra de la re1níb1ica. No por esto la contienda era ménos violenta, preñada de pasiones, teñida de odios i atormentada de borr~s– cas. La candidatura conservadora habia sido aun en 2 1 ' 1 21259' •

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