Separar para construir. Análisis cualitativo de información
Artesanía intelectual en el análisis cualitativo de contenidos – 35 grupos. Vale decir, “ellas no tocan porque no quieren” sería la fórmula de la disculpa, pero “ellas no tocan o no se integran al grupo porque con nuestras actitudes no se lo permitimos” difícilmen- te aparecerá como una auto revisión de parte de los hombres jóvenes. Es que reconocerlo impli- caría poner en cuestión esta masculinidad que se pretende alternativa y que se viene instalando en el discurso, pero se sostiene con mucha dificultad en las relaciones concretas. “No sé, porque hasta ahora no conocemos muchas mujeres que toquen instrumentos, si hubiera mujeres a lo mejor no sería un problema, porque total con que toque bien el instrumento no es problema”. Rodrigo, rockero. Nuevamente la tensión-contradicción con la mujer. Anteriormente se las desalojó del grupo, ahora se plantea que deben tener las mismas posibilidades. El medio camino entre responder to- talmente a la socialización tradicional o reconstruirse desde una visión del ser hombre diferente, que se disponga a vincularse con ellas desde la semejanza/equidad y no desde la diferenciación/ discriminación. Es tensión porque se hace parte de la lucha cotidiana por responder a lo esperado en tanto varón, que les violenta y exige, y es contradicción porque en el proceso se mueven entre polos de los cuales les cuesta salir para proponer otra lógica. Nuevos desafíos del Análisis de contenidos. He presentado el método de Análisis Cualitativo de Contenidos, como una oportunidad para la producción de conocimientos, ya que en su concepción y procedimiento posibilita un conjunto de aperturas propias de esta perspectiva. Este método de análisis requiere para su uso y despliegue que las técnicas propuestas en su procedimiento no sean rigidizadas por quienes la utilizan, ni se cristalicen en un recetario de pasos (tipo manual) que terminen maniatando a quienes investigan y analizan información, sino más bien constituyan una serie de pistas para moverse en este camino (método) en que lo central está en aquello que se quiere conocer, la vinculación con quienes se hace el estudio, la biografía de quienes investigan y la posibilidad de aportar con conocimientos a la trans- formación dignificadora de la realidad. Por ello la idea de la artesanía intelectual adquiere más sentido, en tanto se reconoce que cada persona puede desplegar este oficio de análisis de lo social y utilizar este conjunto de herramientas, como las aquí presentadas, para hacer su propio camino (método) en este proceso com- prensivo y crítico de lo social. Este requerimiento se transforma en desafío epistémico , en tanto forma de conocer y a partir del carácter de método base que he sostenido, se trata de una forma de análisis que puede ser apropiada por personas de diversos ámbitos y no sólo de la práctica académica; desafío de método , ya que, en tanto modo de ha- cer desde la cotidianidad de las y los sujetos es posible recrear su procedimiento más allá de estandarizaciones que lo puedan rigidizar, más bien abriendo perma- nentemente nuevas formas de producción de conocimientos; y reto político, en
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