Separar para construir. Análisis cualitativo de información

34 – separar para construir. análisis cualitativo de información juvenil. Cuando se plantea la pregunta entre hombres por las relaciones con las mujeres en la calle, las reacciones-respuestas vienen por el lado de las risas, las bromas y las mentiras. Es un ámbito de la vida juvenil que genera sensaciones agradables, pero que también viene incorporan- do elementos de conflicto por los cuestionamientos que han comenzado a surgir respecto de las relaciones que se establecen. “Cuando nos juntamos salimos a recorrer las calles, somos puros hombres, últimamen- te ha habido algunas mujeres, pero como son mujeres, es que en ese grupo somos súper unidos los hombres y cuando hay mujeres siempre los hombres como que piensan mal de las mujeres y dejan de lado a los hombres como es natural en los hombres, por eso pasa eso, no nos gusta andar mucho con mujeres. Hemos hablado y que por favor sal- gamos solos, porque siempre o estamos pendientes de la mujer o estamos pendientes de ellos y no de los dos al mismo tiempo”. Andrés, rockero. Aquí aparece la señal del conflicto que, leída con atención, indica que no son las mujeres quienes lo provocan, sino que son los propios varones que entran en tensión ante la presencia femenina, debido a las visiones-estigmatizadas que tienen de ellas y a la competencia por su atención que se suscita entre el grupo de amigos. Los celos e inseguridades los llevan “a pensar mal de una mujer”, por lo tanto, la protegen, cuando más parece una autoprotección. Lo que ven como dificultad es que ello trae como consecuencia que se abandona a los amigos. ¿Que podría pasarle a un hombre que no “cuida a su mujer” ?, la tentación más marcada es pensar que la podría perder y la propiedad definida como “natural” está en juego. Al perder esa propiedad, lo que está en riesgo es la capacidad personal para mostrar un elemento vital del ser hombre: capa- cidad posesiva y de mando en la relación con las mujeres. Ante el conflicto que “ellas le significan al grupo de varones”, ya que en la actualidad se muestran mucho menos dependientes y más abiertas a seducir y a buscar pareja, la solución del grupo de hombres es marginarlas, salir solos, esconder el problema. Esta característica es identificadora de un estilo masculino tradicional de resolución de conflictos: escapar y no enfrentar. Así, las normas de homosocialización que estos varones jóvenes establecen conjugan contradicción y toma de distancia. La mujer es en este caso referencia de identidad, pero se la busca por utilidad y no nece- sariamente por lo que desde ella misma puede aportar. Es otra forma de invisibilizarle y quitarle posibilidades de protagonismo, y al mismo tiempo de autoafirmarse como varón en la lógica tradicional. “Nosotros no tenemos muchas relaciones con mujeres en nuestro grupo, porque nos juntamos y somos puros hombres. No tenemos mucho contacto con mujeres. La forma de ser de nosotros, como que no va con juntarse con una mujer. Igual de repente vamos a una fiesta y nos gusta hablar con minas 6 , engrupirlas 7 y todo. Por ejemplo, si hay una mujer, nosotros como que estamos más tranquilos, no podimos hacer lo mismo”. An- drés, Rockero. Otra forma de este conflicto, que va solapándose en la cotidianidad, es el planteamiento común de que las mujeres no significan un problema para el grupo juvenil. Esto contradice a la versión anterior, y contribuye a identificar actitudes para el análisis. Por una parte, no se percibe en ellos una actitud que dé cuenta de la afirmación “de que las mujeres no son un problema”, más bien este planteamiento tiende a quedarse en el discurso, pero sin un correlato en la práctica. Por ejemplo, cuando aparece la exigencia de las propias mujeres, para participar en grupos de rock, no es aceptada ya que ellas son consideradas sólo como fans. Por otro lado, los hombres jóvenes no se auto perciben a sí mismos como un obstáculo para la participación de las mujeres en sus 6 “Minas”: mujeres. 7 “Engrupirlas”: conquistarlas a través del habla.

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