Separar para construir. Análisis cualitativo de información
Análisis cualitativo feminista – 127 se añade un cierre conclusivo personal de la persona investigadora (Gandarias & Pujol, 2013). Colocamos un extracto breve de meta-análisis donde todas las voces tienen el mismo estatus dialógico a nivel epistémico (Gandarias y Pujol, 2013): “Nosotras partimos de que el estado tiene que ser laico. Ahí podemos chocar mucho con las mujeres musulmanas. Creemos que no hay ninguna religión que no haya explotado a las mujeres. Todo lo contrario, se ha utilizado la religión para oprimirnos más” (Asamblea de Mujeres de Bizkaia, 2012). En este sentido, Bilgune Feminista (2012) reconoce las dudas frente a cualquier feminismo religioso por la experiencia opresora con la Iglesia católica, posición que coincide con otras autoras que consideran incompatibles religión y feminismo (Okin, 1999, Amorós, 2015). La sección de análisis completa llega a su fin con un “cierre conclusivo” don- de la investigadora señala las limitaciones que tuvo en el estudio y los nuevos ca- minos posibles de investigación y crítica sobre la temática abordada. Asimismo, se señalan los despliegues y repliegues de la investigadora en el proceso: cómo se hizo, qué problemas tuvo, qué desafíos se abren y cambios como investigadora al participar en estas articulaciones llevadas a cabo. En un ejercicio de reflexividad crítica y de vigilancia epistemológica (Galaz & Rubilar, 2019) se pone el acento en explicitar los cambios que le tocó asumir desde su posición académica. Asi- mismo, se explicitan los límites y posibilidades que tiene asumir una técnica de investigación desde un enfoque feminista. Más adelante, veremos la auto-crítica que se ha hecho también de estos caminos investigativos. Posición ética política Dentro de la narrativa propia de la persona investigadora, también se desarrolla una sección donde se explicita el posicionamiento ético-político de ésta. Esta técnica se basa en alianzas contingentes y estratégicas que reconocen las dife- rencias entre quienes las establecen y que se materializa en prácticas políticas articulatorias (Haraway, 1999). Por tanto, en esta sección se explicita aquel lugar desde donde se parte la investigación, destacando los cruces de diferencias que atraviesan a la misma persona investigadora. Al asumir la perspectiva del conoci- miento situado, la investigadora se ve obligada a intentar ser consciente y expli- citar sus opciones teóricas, metodológicas y políticas, de modo de ofrecer a las participantes, como señala Prieto (2012), las coordenadas de su posición como investigadora, cual GPS teórico y político. Estas articulaciones implican asumir un cambio profundo en el rol de la per- sona investigadora. Por un lado, renunciar a la pretensión de dictar “verdades
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