Separar para construir. Análisis cualitativo de información

124 – separar para construir. análisis cualitativo de información apreciar, la elaboración de una PN requiere de muchas horas de trabajo, depen- diendo de la extensión del temario acordado, así como de las habilidades narrati- vas, de síntesis, de textualización y de edición de ambas participantes. Posteriormente, se organizan una serie de encuentros que pueden ir de 3 a más sesiones. Esto considerando que, en el primer encuentro, se realiza una primera negociación temática y la versión general de la narrativa para luego, en el segundo, profundizar los temas y, finalmente en un tercero, desarrollar la ver- sión final. No obstante, el número de encuentros puede variar dependiendo de la cantidad de veces que sea necesario profundizar y revisar el documento hasta finalmente aprobarlo. En el primer encuentro se conversa sobre la temática seleccionada de manera distendida. Luego, generalmente la persona investigadora transcribe y a partir de ello, desarrolla una primera textualización narrativa que es enviada a la partici- pante para que modifique, cambie o agregue lo que desee en función del objetivo consensuado como horizonte de esa narrativa. En los siguientes encuentros se van profundizando otros aspectos que van surgiendo en el debate narrativo y que quedaron sin responder en el encuentro anterior, además de incorporar matices o precisiones al documento ya textualizado como resultado de los encuentros an- teriores. Este procedimiento de “encuentro- textualización- cambios- encuentro- profundización” puede ir y venir varias veces entre investigadora y participante hasta llegar a una versión definitiva de esa Producción Narrativa. Precisamente en el último encuentro se revisa la versión completa, de modo de garantizar de que ésta exprese la crítica que se buscaba como meta común para ambas partes. La dinámica de cada encuentro es de conversación y en ningún caso como símil de una entrevista ya que existe un esfuerzo -no siempre del todo logrado- de establecer una cierta relación horizontal entre la participante y la investigadora. El ejercicio recursivo que se da en cada encuentro y textualización ofrece la opor- tunidad de revisar e incluir matices, aclaraciones o profundizar áreas temáticas en algunos aspectos poco desarrollados con anterioridad. Por tanto, el cierre del proceso es una decisión que se toma en conjunto cuando se considera que la na- rrativa producida plantea los argumentos suficientes sobre la temática acordada. La textualización que se va haciendo progresivamente tras cada encuen- tro, va colocando el acento en los énfasis más relevantes que tanto investigadora como participante quieren hacer. Esto supone omitir diferentes elementos surgi- dos en los encuentros que no contribuyen a profundizar ni ejemplificar los temas centrales de la Producción Narrativa. Por tanto, a diferencia de otras técnicas, la textualización no es un registro literal de la conversación, no responde a la mera transcripción del evento, ni tampoco se toma como un compendio de datos para

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