Separar para construir. Análisis cualitativo de información

Análisis cualitativo feminista – 123 función del objetivo general de la investigación, la persona investigadora puede definir criterios básicos de selección e invitar a un conjunto de personas a quie- nes les haga sentido participar en un proceso de investigación donde dejarían el rol de “informantes” para pasar a ser “participantes” activos/as de su desarrollo. La cantidad de sujetos individuales o colectivos es variable, porque esta técnica no tiene pretensiones representacionistas, sino más bien generar comprensiones encarnadas de un tema. Por tanto, el trabajo de una Producción Narrativa con las participantes no es concebido desde la academia como “ir al campo” a buscar datos para luego analizar de manera solipsista sino, como señala Prieto (2012), un proceso conjun- to de reflexión política, compromiso, intercambio de experiencias, crecimiento personal y creación académica. Por ello, resulta importante cuando se presenta la opción de llevar a cabo este proceso, explicar lo que implica: una participación activa y no sólo el rol de mero informante. En ese sentido, se ofrece la participación como una oportunidad de reflexio- nar sobre su vinculación con el tema y sus visiones críticas sobre cómo es tratado socialmente, en términos de Bourdieu (1999), la posibilidad de realizar reflexi- bilidad, un autoanálisis provocado y acompañado, “para efectuar un trabajo de explicitación, gratificante y doloroso a la vez, y enunciar, a veces con una extraor- dinaria intensidad expresiva, experiencias y reflexiones reservadas o reprimidas durante largo tiempo.” (p.536). La idea es que la persona participante comprenda que el resultado de su participación será una textualización que será su propia versión crítica sobre un tema y que pueda ser utilizado en el mismo estatus dialó- gico que otros saberes académicos. Así , en este primer encuentro además de explicar el sentido de la técnica, se acuerda con la persona o colectivo participante los temas sobre los cuales con- versar y reflexionar que, aunque pueden ser propuestos en primera instancia por la investigadora, son dialogados y consensuados con las participantes de acuerdo con sus propios intereses. Se presenta como un listado de temáticas de interés y se consensua el horizonte crítico que tendrá la narrativa en sí misma sobre un tema en particular. Por ejemplo, hacer críticas al sistema heteronormativo en caso de ser personas LGTBI, o debatir la idea de inclusión en personas en situación de discapacidad, o los procesos de subalternización de la población migrante en ciertos contextos. Ese guion temático que se establece en conjunto, más que seguir un mode- lo de preguntas como podría ser en una entrevista semiestructurada, se plantea como un apoyo para generar una conversación, pero al ser abierto, puede ser modificado y/o complementado en el desarrollo del proceso. Como es posible

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