Separar para construir. Análisis cualitativo de información

104 – separar para construir. análisis cualitativo de información La escritura dirigida a un público más allá de lo académico y la exigencia de retroducción. Una de las razones que impulsa el tratar este caso, es pensar las recepciones que tuvo el libro, sobre todo en el campo académico. Espacio en el que se desataron principalmente criticas metodológicas. En Los límites de la interpretación (1992), Umberto Eco desarrolla lo que denomina apuntes de una semiótica de la recepción, en este acápite plantea lo que denomina una defensa del sentido literal para hacer frente a las inferencias interpretativas paranoicas “Hay que empezar todo discurso sobre la libertad de la interpretación con una defensa del sentido literal” (Eco, LLI, 33) se trata de un principio que puede sonar conservador nos dice el autor, pero al que no postu- la renunciar, se trataría en otras palabras de captar primero el hecho gramatical “Nadie está más a favor de abrir las lecturas que yo, pero el problema es, aun así, establecer lo que se debe proteger para abrir, no lo que se debe abrir para proteger ”. (Eco, LLI, 34). Ahora bien, la defensa de una primera interpretación literal no debe limitar a la posterior interpretación sospechosa la cual por cierto constituye el corazón de una investigación científica o detectivesca, para ello el autor nos advierte cierta regla al pensar un elemento como indicio o signo de algo: “el in- dicio se toma como tal sólo con tres condiciones: que no se lo pueda explicar de una manera más económica, que apunte hacia una sola causa (o hacia una clase restringida de causas posibles) y no a una pluralidad indeterminada y disconfor- me de causas, y que pueda formar sistema con otros indicios” (Eco, 99). Es justamente este punto uno de los asuntos claves que genera la mayor can- tidad de controversias en torno a la interpretación de un material: “A Dorfman y Mattelart se les ha recriminado la debilidad metodológica de su obra, afectada por muchas intuiciones derivadas de esquemas preconcebidos, y no necesaria- mente de un análisis minucioso de la historieta propiamente tal” (Rojas, 2016; 50) 16 . Nos parece que cabe preguntarnos, en qué medida la disputa entre dos agen- das intelectuales, una semiótica, de raíz europea, y una segunda que piensa la dependencia cultural de América Latina para un nuevo proyecto de sociedad, afectó la recepción de la obra. Esto implica pensar a la academia misma como un espacio donde se produce discurso y reproduce poder. El rechazo a la tesis del colonialismo levantada por los autores, haciendo referencia a la falta de análisis minucioso, debilidad de indicios presentados, arbitrariedad de la selección, etc. 16 Para apoyar este juicio, Rojas se refiere específicamente al trabajo de Martin Barker “Comics: ideology, power and the critics” (1989).

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