190 años de la carrera de Obstetricia de la Universidad de Chile 1834-2024

28 Cap. 2 Sección 1. los asegurados, consolidando el modelo materno-infantil, incluyendo entre sus prestaciones visitas domiciliarias para el apoyo social de las mujeres en esta etapa y después del parto a los recién nacidos, junto con la atención profesional del par- to por matronas. La CSO no disponía de maternidades ni hospitales propios por lo que derivaban sólo a aquellas pacientes que tenían in- dicación médica o social a hospitales de la beneficencia, atendiendo cerca de un 60% de los partos en los domicilios en 1939. La actividad profesional de las matronas contratadas por la CSO esta- ba respaldada por el Código Sanitario en base a su título profesional. No obstante los avances en la protección laboral y social, los indicadores de salud materna e infantil mantenían una elevada tasa de mortalidad, siendo la mortalidad infantil la más alta reportada en el mun- do: uno de cuatro recién nacidos moría antes de cumplir el año y la mortalidad materna era 10 veces superior a la de Estados Unidos en los años 30, lo que se relacionaba con las condiciones adversas de vivienda, alimentación y saneamiento ambiental básico (determinantes sociales de la salud) en un periodo de gran migra- ción interna del campo a la ciudad y, con una amplia brecha de acceso a la aten- ción profesional de salud. Uno de los hitos relevantes en la disminu- ción de las desigualdades fue la creación del Servicio Nacional de Salud (SNS) en 1952, agrupando a todas las instituciones prestadoras de salud en un solo sistema: una estructura nacional en red con dis- tintos niveles de complejidad. Esta nueva organización inyectó importantes recur- sos logísticos y humanos, manteniendo

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=