Dificultades y estrategias en el trabajo de académicas e investigadoras en la Universidad de Chile. Una mirada desde la perspectiva de género
ser relaciones de amistad con el paso del tiempo –, donde la académica de mayor trayectoria juega un papel más claro de mentora, marcando signifi- cativamente a la aprendiz en su forma de hacer academia, impulsándola y ampliando sus horizontes: “Ella era como, como que me envalentonaba, me decía no, pero si tú podís hacer eso, hazlo acá, no sé qué. Como que tenía un liderazgo muy distinto al que tenía. Y en ese contexto yo empecé como a pensar que de verdad podía, lo que estaba haciendo lo estaba haciendo bien.” (E28) La mayoría de las iniciativas de colaboración emergen de la iniciativa perso- nal de una académica, de un grupo de académicas/os que se organizan para acompañarse y cubrirse en el quehacer diario o por iniciativa a nivel de de- partamento o facultad. Así, lo que posibilita dichas dinámicas puede tener distintos orígenes: un “buen ambiente” propiciado por autoridades flexibles, empáticas y cercanas – en el caso de los departamentos –, colegas/pares que se acompañan mutuamente – con independencia o en contraposición de las autoridades – o bien redes amplias de académicas/os y estudiantes dispuestas/os a colaborar, como es el caso de la siguiente cita: “Cuando me dan el Fondecyt ahí aparecieron los de la unidad de proyectos [pero] más apoyo he encontrado en estas redes informales que tiene la Uni- versidad de Chile, y son redes que se han generado de la iniciativa individual de personas que son súper motivadas y que creen en la importancia de co- laborar, más que de competir, creo yo. Y ahí en esas redes he encontrado ayudas [...] Pero es un grupo que es gente de la Universidad de Chile, pero no es la Universidad de Chile. No es, no está institucionalizada y capaz que es mucho mejor así que no está institucionalizado porque ahí empezaría a rigidizarse muchos aspectos.” (E18) Como se observa, varias de las iniciativas de colaboración, si bien se enmar- can en una estructura institucional, no son organizadas desde la institucio- nalidad, y dependen de la voluntad, disposición y autogestión de las perso- nas que las componen para sostenerse. Esto, que le entrega a la experiencia de colaboración un carácter más genuino, también implica riesgos en cuan- to a la sostenibilidad de la misma: este tipo de prácticas puede perderse con las personas que las desarrollan. .45. Dificultades y estrategias en el trabajo de académicas e investigadoras en la Universidad de Chile Una mirada desde la Perspectiva de Género Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID) InES Género
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