Dificultades y estrategias en el trabajo de académicas e investigadoras en la Universidad de Chile. Una mirada desde la perspectiva de género
3. La ausencia de mecanismos para la conciliación entre cuidados y tra- bajo doméstico con el trabajo académico. La inserción de las muje- res en la academia se encuentra marcada por la doble presencia que deben cumplir tanto en el ámbito productivo como en el reproductivo (Uribe-Echeverría, 2008). Como señala Liang y Lin (2021), la academia está pensada para individuos sin más responsabilidades que el trabajo académico, cuestión difícil de cumplir para quienes tienen a su cargo el cuidado de personas y trabajo doméstico. Así, las mujeres que no hayan logrado arreglos de cuidado al interior de sus hogares con otros inte- grantes de la familia o no cuenten con los medios para costear el cui- dado externo pueden verse complicadas para ascender en sus carreras académicas (Berríos, 2007; Canales et al., 2021). Carrera académica y brechas de género en la Universidad de Chile La carrera académica dentro de la Universidad de Chile se encuentra nor- mada en el Reglamento General de Carrera Académica (2019), que esta- blece dos categorías: la Categoría Académica Docente y la Categoría Aca- démica Ordinaria 4 . La primera, tiene como principal foco el desarrollo de la docencia superior, además de los otros quehaceres académicos. A su vez, en la carrera Ordinaria se deberá realizar investigación o creación, además de docencia superior así como extensión (Universidad de Chile, 2019, s/p). Por su parte, la Evaluación Académica es la instancia de presentación y eva- 4- Por normativa, la carrera ordinaria no podrá tener menos integrantes que el doble de la carrera docente. Ambas categorías norman la trayectoria académica por medio de perfiles determinados que permiten el progreso en cuatro jerarquías consecutivas y ascendentes: Instructor/a, Profesor/a Asistente, Profesor/a Asociada/o y Profesor/a Titular. Si bien no hay un plazo que limite el tiempo de permanencia en las dos jerar- quías superiores, la Jerarquía Instructora tiene un tiempo máximo de seis años para pasar a la Jerarquía Asistente, la que a su vez tiene un plazo de 10 años para pasar a la Jerarquía Asociada. El exceso en los plazos establecidos de permanencia para cada jerarquía será considerado un antecedente negativo para el proceso de Calificación Académica, siendo este último un determinante para la continuidad en la institución. En el caso particular de la maternidad, se considera la posibilidad de suspensión de los plazos de jerarquización durante el período de pre y postnatal. .13. Dificultades y estrategias en el trabajo de académicas e investigadoras en la Universidad de Chile Una mirada desde la Perspectiva de Género Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID) InES Género
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